Agencias/Ciudad de México.- Fiscales peruanos ingresaron al palacio presidencial para investigar por presunta corrupción a la cuñada del presidente Pedro Castillo, quien fue grabada hace diez meses realizando una encuesta para un proyecto privado de agua potable y desagüe en un pueblo rural de los Andes.

El Ministerio Público dijo en Twitter que los investigadores revisaban los registros del palacio para verificar los ingresos en 2021 y 2022 del dueño de una empresa encargada del proyecto quien entró a visitar a Yenifer Paredes, hermana menor de Lilia Paredes, esposa del presidente Castillo.

En el palacio presidencial viven el mandatario, su esposa y dos hijos, y Yenifer Paredes.

Otro fiscal revisaba documentos sobre el proyecto bajo escrutinio en el Ministerio de Vivienda. Los investigadores indagan a Yenifer Paredes, de 27 años, por el delito de tráfico de influencias, un tipo de corrupción, que en su caso agravado se castiga hasta con ocho años de prisión.

La indagación sucede tras la difusión en un programa televisivo de un video de 2021 donde Paredes anuncia que realizará una encuesta necesaria como requisito para la realización de una obra de saneamiento en un pueblo rural de Cajamarca, la región natal del presidente Castillo.

Desde pequeña Yenifer Paredes fue criada como hija por Castillo y Lilia Paredes tras quedar huérfana de madre. Al momento no queda claro su papel en una posible trama de corrupción, pero la cuñada del presidente no ha realizado descargos a las acusaciones y se ha mantenido en silencio.

No es el primer caso en que la familia del presidente está bajo escrutinio fiscal.

Dos sobrinos del mandatario —Fray Vásquez y Gian Marco Castillo— están prófugos luego que la fiscalía ordenó 36 meses de prisión preventiva contra ellos en un caso de corrupción que alcanza al mandatario, quien es el primer presidente en funciones investigado en la historia de Perú.

La nueva fiscal general Liz Benavides dijo la semana que durante el inicio de su gestión irán “tras la investigación de cualquier acto delictivo, ya sea del más poderoso o cualquier ciudadano común” y comentó que la justicia debe ser aplicada “caiga quien caiga y pese a quien le pese”.

Las medidas no solo se dan a nivel de la fiscalía, sino también del Congreso de la República.

El presidente de la Comisión de Fiscalización del Congreso, Héctor Ventura, indicó a El Comercio que su grupo citará a Yenifer Paredes para el miércoles 13 de julio.

“Ella toma atribuciones de hablar en nombre del presidente. ¿Qué poderes tiene ella de ofrecer esa obra? […] Este es un acto de control político que está cumpliendo la comisión”, manifestó el legislador de Fuerza Popular.

Él y otros parlamentarios habían pedido, precisamente, que el Ministerio Público tome acciones.

Quien también se pronunció fue María del Carmen Alva, presidenta del Congreso: “Hay que investigar, la familia no puede participar en nada. Esto es tráfico de influencias evidentemente, hay que ser transparentes. Lamentablemente siguen saliendo cosas muy delicadas sobre la familia del presidente”.

En cuanto a las diligencias que se deberían de señalar, Carrión consideró que se tendría que citar a la hermana de la primera dama para que rinda sus descargos, al empresario y a todos los involucrados. Incluso no descartó que otra medida sea el levantamiento del secreto bancario y de las comunicaciones.

La también penalista Cecilia Madrid sostuvo que la decisión fiscal es coherente con los hechos, pues habría un intento de favorecer a la citada empresa para que contrate con el Estado. Además, recordó que el delito de tráfico de influencias no solo es aplicable a un funcionario.

Respecto de una presunta usurpación de funciones, Madrid indicó que un aspecto a aclarar es si el censo que Yenifer Paredes indica busca realizar a la población de Chadín –de acuerdo al video– es en representación del Estado o de una empresa.

“A medida que avance la investigación, el fiscal podrá determinar si hay elementos para incorporar a otras personas o pasar a una siguiente etapa de investigación formal”, añadió.

Lilia Paredes Navarro y Pedro Castillo Terrones tienen más de 20 años de matrimonio, pero se conocieron hace más de 40 años, cuando ambos estudiaban en la escuela primaria N.º 10465 de Puña, distrito de Chugur, provincia de Hualgayoc, Cajamarca.

La pareja presidencial tiene dos hijos biológicos, quienes profesan la religión evangélica. Ambos son menores y se llaman Arnold (16) y Alondra (9). Quien sí es mayor de edad es Yenifer Paredes, que es percibida por Lilia Paredes y Pedro Castillo como una hija más.

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