Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- La campaña del Presidente Donald Trump estuvo impulsada por un aplicación que permitía a los organizadores monitorear los movimientos de millones de seguidores e incluso ingresar a sus redes sociales.
Si bien las elecciones ya pasaron, la app sigue existiendo y los datos que recaba podrán ser utilizados de muchas otras maneras, como por ejemplo recaudar dinero para futuras campañas políticas, arengar a la militancia o incluso crear audiencia para un nuevo medio de comunicación.
La app permite al equipo de Trump comunicarse directamente con los 2,8 millones de seguidores que lo bajaron —más que cualquier otra app usada en una campaña electoral estadounidense— y, si el individuo accedió, con todos sus contactos también.
Una vez instalado, la aplicación registra el uso que se le da, así como el comportamiento del usuario en el mundo real. Es capaz de emitir alertas noticiosos en la pantalla, recaudar fondos, vender productos con lemas pro-Trump y acoplarse a campañas de texteo masivo, según las normas de privacidad de la aplicación.
Al mismo tiempo, la compañía que la fabrica está en aprietos financieros y ha recibido cuantiosos fondos del gobierno y de la campaña de Trump, según se desprende de entrevistas con exempleados, documentos financieros y registros judiciales.
Phunware Inc., con sede en Austin, recientemente accedió a pagarle a Uber 4,5 millones de dólares en compensación en relación con una demanda por publicidad falsa y meses atrás estuvo cerca de ser expulsada del índice tecnológico Nasdaq.
En abril, la campaña recibió un préstamo de 2,9 millones de dólares del gobierno, como parte de programa de alivio económico a raíz de la pandemia del coronavirus, justo en momentos en que desarrollaba el app para la campaña Trump.
Tanto expertos en leyes electorales como exempleados han quedado asombrados por la manera en que una empresa joven más conocida por crear apps para hospitales y astrólogos se convirtió en una valiosa herramienta para la campaña de Trump y logró así evitar la ruina económica.
Si bien la actividad en la aplicación ha disminuido significativamente, los datos recabados —como los contactos de cada partidario de Trump, sus direcciones de internet y su ubicación geográfica— pueden aplicarse para múltiples usos en el futuro, señaló Adav Noti, exabogado de la Comisión Electoral Federal y que ahora asesora al grupo no partidista Campaign Legal Center.
Ni el Congreso ni la comisión electoral tienen hasta ahora normas sobre cómo las campañas electorales pueden o no pueden usar los datos personales de los votantes, o incluso sobre si una campaña puede vender las listas de sus militantes, acotó Noti.
“Definitivamente uno puede comprar esos datos y la campaña te los puede vender, el punto es cuánto te debe costar”, afirmó Noti.
Phunware se negó a responder preguntas sobre la aplicación, sobre la situación financiera de la empresa, sobre su cultura interna o sobre su vínculo con la campaña de Trump.