Con unos 80 millones de años, a Occator se le considera un cráter joven. Tiene 92 km (57 millas) de diámetro y un foso central de unos 10 km (6 millas) de ancho. Una estructura central en forma de cúpula, cubierta con material altamente reflectante, posee fracturas radiales y concéntricas sobre ella y a su alrededor.

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- El interior de Ceres no es visible en las decenas de miles de fotos enviadas por la sonda espacial Dawn de la NASA. Pero hay suficientes datos para inferir algunos aspectos de la estructura interna de este miniplaneta (o planeta enano). Tales datos provienen en buena parte del propio movimiento de la Dawn.

Dado que la gravedad domina la órbita de la Dawn alrededor de Ceres, es factible medir, a través de las sutiles alteraciones orbitales de la nave, las variaciones en la gravedad del astro. Valiéndose de un seguimiento de estos minúsculos cambios en el movimiento de la nave, unos investigadores han cartografiado por primera vez las variaciones en la gravedad de Ceres, y esto a su vez proporciona pistas sobre la estructura interna del astro.

Los nuevos datos sugieren que Ceres posee un interior con poca consistencia, y que durante una fase de calentamiento, en una época temprana de su historia, el agua y otros materiales ligeros se separaron parcialmente de la roca.

El campo gravitatorio de Ceres se mide mediante la monitorización de las señales de radio enviadas a la Dawn, y después recibidas de vuelta en la Tierra, mediante la Red de Espacio Profundo de la NASA. Esta red es un conjunto de grandes antenas situadas en tres lugares de la Tierra, las cuales se comunican con las naves interplanetarias. Usando estas señales, es factible medir la velocidad de la sonda con una precisión de 0,1 milímetros (0,004 pulgadas) por segundo, y a partir de aquí calcular los detalles del campo gravitatorio.

Ceres posee una propiedad especial llamada “equilibrio hidrostático” que ha sido confirmada en este estudio, realizado por el equipo de Ryan Park y Carol Raymond, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California, Estados Unidos. Esto significa que el interior del astro tiene una consistencia lo bastante débil como para que la forma de Ceres esté gobernada en gran medida por cómo gira sobre sí mismo. Se llegó a esta conclusión comparando el campo gravitatorio de Ceres con su forma. El equilibrio hidrostático de Ceres es una de las razones por las que se clasificó a este astro como miniplaneta en 2006.

Los datos indican que la estructura interna de Ceres está diferenciada geológicamente, lo que significa que tiene capas que son distintas en composición y que están ubicadas a diferentes profundidades. La capa más densa corresponde al núcleo. Los autores del nuevo estudio han comprobado también que, como se sospechaba, Ceres es mucho menos denso que la Tierra, la Luna, el asteroide gigante Vesta (el anterior astro visitado por la Dawn) y otros cuerpos celestes rocosos de nuestro sistema solar.

Fuente: NASA JPL

Esta ilustración muestra un diagrama de cómo podría estar estructurado el interior de Ceres, a juzgar por los datos sobre el campo gravitatorio del miniplaneta procedentes de la misión Dawn de la NASA. (Imagen: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA)
Esta ilustración muestra un diagrama de cómo podría estar estructurado el interior de Ceres, a juzgar por los datos sobre el campo gravitatorio del miniplaneta procedentes de la misión Dawn de la NASA. (Imagen: NASA/JPL-Caltech/UCLA/MPS/DLR/IDA)
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