Recientemente, un estudio liderado por el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se propuso averiguar el límite de observación al que podrían llegar usando el telescopio óptico-infrarrojo más grande del mundo: el Gran Telescopio CANARIAS (GTC). Así, consiguieron una imagen diez veces más profunda que cualquier otra obtenida desde la Tierra, observando un tenue halo de estrellas alrededor de la galaxia UGC00180, a unos 500 millones de años luz de distancia.

Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- El universo se está volviendo más claro al desaparecer progresivamente el polvo que flota en el espacio y que tiende a tapar lo que hay detrás de él. Este proceso de limpieza gradual avanza a medida que más y más polvo cósmico está siendo absorbido por la formación de estrellas dentro de las galaxias. Así se ha constatado en una investigación realizada por un equipo internacional de astrónomos.

Mirando en la banda del infrarrojo lejano mediante el telescopio espacial Herschel a una distancia de hasta 12.000 millones de años-luz, y hacia atrás en el tiempo la misma cantidad de años, el equipo de Steve Eales, Haley Gomez, Elisabetta Valiante y Loretta Dunne, de la Universidad de Cardiff en el Reino Unido, ha conseguido observar la formación muy temprana de galaxias y compararlas con otras que se han formado mucho más recientemente.

Los resultados muestran que las estrellas se formaban mucho más rápidamente dentro de las galaxias en el pasado que en la actualidad, y que esta génesis estelar está agotando cada vez más el polvo cósmico, una materia prima que abundaba en todas partes del universo pero que parece ser cada vez más escasa.

El polvo cósmico está formado por partículas sólidas que provienen de estrellas y otros astros. El polvo y el gas cósmicos son las materias primas a partir de las cuales se forman las estrellas y las galaxias.

Estas reservas de ambas materias primas también ejercen otro efecto: actúan como esponjas, absorbiendo en promedio casi la mitad de la luz emitida por los objetos estelares y haciendo imposible su observación con telescopios ópticos normales.

Fuente: Universidad Cardiff

Lo revelado por un pequeño vistazo a una región del cosmos, una décima parte del área completa cubierta por las imágenes del instrumento ATLAS del Herschel. Todo en esta imagen, excepto la Luna y el pequeño recuadro que muestra el área cubierta por el Hubble Deep Field, corresponde al polvo cósmico en la banda del infrarrojo lejano. La Luna ha sido colocada ahí solo como referencia de tamaño para percibir mejor el del área de cielo cubierta por la investigación. (Foto: Equipo Herschel ATLAS y Agencia Espacial Europea)
Lo revelado por un pequeño vistazo a una región del cosmos, una décima parte del área completa cubierta por las imágenes del instrumento ATLAS del Herschel. Todo en esta imagen, excepto la Luna y el pequeño recuadro que muestra el área cubierta por el Hubble Deep Field, corresponde al polvo cósmico en la banda del infrarrojo lejano. La Luna ha sido colocada ahí solo como referencia de tamaño para percibir mejor el del área de cielo cubierta por la investigación. (Foto: Equipo Herschel ATLAS y Agencia Espacial Europea)
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