Agencias, Ciudad de México.- La huelga de estibadores en EEUU, que cerró el tráfico en 36 puertos del país, afectará a cuatro de los principales puertos en el Golfo de México y tendrá en esos cuatro un impacto de más de 100 millones de dólares diarios.

Los trabajadores de los puertos de Houston (Texas), Nueva Orleans (Luisiana), Mobile (Alabama) y Tampa (Florida) se han unido a los más de 45,000 miembros del sindicato International Longshoremen’s Association (ILA) en la acción colectiva ante la falta de acuerdo con la patronal USMX (US Maritime Alliance).

Cada día de huelga podría generar pérdidas de más de 100 millones dólares en importaciones y exportaciones por día solo en Houston, según datos de la Corporación Mitre, un centro de pensamiento con sede en Virginia.

Ese puerto, el más importante en el Golfo de México y uno de los más grandes del mundo, es responsable del 73 % del tráfico de contenedores de las costas del Golfo en EEUU.

Aportó más de 906,000 millones de dólares a la economía nacional en el año 2022 y apoya un millón y medio de puestos de trabajo en el estado, según un informe publicado por la firma Martin Associates.

El petróleo y sus derivados son el principal producto que se recibe y se importa en Houston, siendo México uno de los más importantes socios comerciales. A su vez, también se importan productos de maquinaria y acero del país vecino, China y Alemania.

En esas instalaciones al menos 50 trabajadores se plantaron con pancartas que decían “No hay trabajo sin un contrato justo”, informó el diario local San Antonio Express-News.

Según estimaciones de JP Morgan Chase, el cese de operaciones en todos los puertos en huelga podría costarle a la economía estadounidense entre 3,800 y 4,500 millones de dólares diarios.

El parón, el primero que involucra puertos en la costa este estadounidense y el Golfo de México desde 1977, podría tener efectos adversos también en las cadenas de suministro y en las rutas de transporte.

Los buques que ya están atravesando el océano en ruta hacia los puertos en el este estadounidense y el Golfo de México no tienen capacidad de volver atrás o de cambiar su camino hacia la costa oeste, según señaló un analista de la firma Xeneta en un informe publicado la semana pasada.

“Algunos de estos buques podrían verse obligados a desviarse a puertos en Canadá o incluso a la coste este de México”, explicó.

Tras meses de negociaciones, el sindicato ILA decidió convocar la huelga a nivel nacional a partir de este martes. Entre sus demandas están un aumento salarial y la prohibición de equipos automatizados.

El presidente estadounidense, Joe Biden, se posicionó hoy a favor de los estibadores e instó a la patronal a mejorar sus condiciones laborales.

“Es hora de que USMX negocie un contrato justo con los estibadores que refleje la contribución sustancial que han estado haciendo a nuestra recuperación económica”, dijo en un comunicado difundido por la Casa Blanca.

Por primera vez desde 1977, Estados Unidos se enfrenta a un parón de sus puertos que afecta a terminales estratégicas como Elizabeth/Newark, Baltimore, Savannah, Houston, Nueva Orleans o Miami, por donde pasa entre el 43 y 49 % del comercio marítimo del país.

“Quieren automatizar todo, están quitando el empleo de las personas, levantándolo con máquinas”, dijo a EFE el cubanoestadounidense Juan Domínguez, uno de varias decenas de manifestantes que se apostaron en la vía que conduce al Puerto de Miami, en el centro de la ciudad.

Más de un centenar de estibadores se concentraron en una terminal del puerto de Nueva York y Nueva Jersey como parte de la huelga general para pedir una subida de sus salarios y el freno a la automatización de su trabajo.

Con canciones emblemáticas de Estados Unidos como ‘Born in the USA’ o ‘New York, New York’ sonando de fondo, los estibadores recorrieron en un momento el espacio vallado del muelle al grito de “Contratos justos” y enseñando carteles en los que se leían consignas como “Las máquinas no alimentan familias” o “No hay trabajo sin un contrato justo”.

El puerto de Nueva York y Nueva Jersey abastece a 46.3 millones de consumidores locales y a un total de 134 millones de consumidores en 36 horas.

Cada día de huelga podría generar pérdidas de unos 5,000 millones de dólares, según un análisis de JPMorgan, mientras que solo el cierre del puerto de Houston, el más importante del golfo de México, podría provocar pérdidas diarias de 100 millones dólares en importaciones y exportaciones, según datos de la Corporación Mitre, un centro de pensamiento con sede en Virginia.

Los sectores de bienes de consumo, automoción, energía y productos agrícolas podrían ser los más afectados si la huelga se alarga, mientras que el Gobierno estadounidense ha descartado que el parón vaya a tener un efecto inmediato en la economía o en los precios.

Biden, a favor de los trabajadores

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha dicho que no piensa echar mano de las provisiones de la ley Taft-Hartley, que le permitiría forzar la vuelta al trabajo por 80 días por intereses de seguridad nacional.

“Los trabajadores portuarios desempeñarán un papel esencial para que las comunidades obtengan los recursos que necesitan. Ahora no es el momento para que los transportistas marítimos se nieguen a negociar un salario justo para estos trabajadores esenciales mientras obtienen ganancias récord”, expresó Biden.

En las últimas 24 horas, USMX e ILA han intercambiado contraofertas de salarios y USMX aseguró que ha ofrecido un aumento salarial del 50 % y ha pedido una extensión del contrato actual. “Ambas partes se han movido de sus posiciones iniciales y tenemos la esperanza de que podamos reiniciar la negociación colectiva en los temas pendientes”, indicó la patronal de navieras.

La automatización, una de las tendencias que más rápido se está extendiendo en los puertos del mundo, es una de las grandes preocupaciones de los estibadores, algo que según S&P Global Market Intelligence podría generar pérdida de empleos.

La Asociación Internacional de Estibadores (ILA, por sus siglas en inglés) exige salarios mucho más elevados y la prohibición total de la automatización de grúas, compuertas y camiones portacontenedores que se utilizan para la carga o descarga de mercancías en 36 puertos de Estados Unidos. Estos puertos manejan aproximadamente la mitad de los cargamentos de buques del país.

El contrato entre la ILA y la Alianza Marítima de Estados Unidos, la cual representa a los puertos, venció el martes. El sindicato se declaró en huelga a pesar de que a última hora del lunes se informó de algunos avances en las negociaciones.

La oferta inicial del sindicato consistía en un aumento salarial del 77% a lo largo de los seis años de vigencia del contrato, y su presidente, Harold Daggett, afirmó que era necesario para compensar el impacto de la inflación y los años de pequeños aumentos. Los miembros de la ILA devengan un salario base de unos 81.000 dólares al año, pero algunos pueden llegar recibir ingresos superiores a los 200,000 dólares anuales gracias a la gran cantidad de horas extras.

La Alianza Marítima de Estados Unidos dijo que había presentado una nueva oferta con un aumento de 50% en seis años y se comprometía a mantener los límites a la automatización del antiguo contrato. La alianza también dijo que su oferta triplicaba las contribuciones de los empresarios a los planes de jubilación y fortalecía las opciones de asistencia de salud.

Aunque cualquier puerto puede manipular todo tipo de mercancía, algunos se especializan en el manejo de mercancías para una industria específica. Entre los puertos afectados por el cierre figuran el de Baltimore y el de Brunswick, Georgia, los dos puertos con mayor tráfico de automóviles; Filadelfia, que prioriza el manejo de frutas y hortalizas; y Nueva Orleans, que maneja café, principalmente de Sudamérica y el Sudeste Asiático, diversos productos químicos procedentes de México y el norte de Europa, y productos de madera, como madera comprimida, procedentes de Asia y Sudamérica.

Otros puertos afectados son Boston; Nueva York/Nueva Jersey; Norfolk, Virginia; Wilmington, Carolina del Norte; Charleston, Carolina del Sur; Savannah, Georgia; Tampa, Florida; Mobile, Alabama; y Houston.

Si la huelga llega a considerarse como una amenaza para la economía estadounidense, el presidente Joe Biden tiene la facultad de invocar la Ley Taft-Hartley de 1947 y solicitar una orden judicial para suspender la huelga durante 80 días.

Pero el mandatario respondió “no” cuando miembros de la prensa le preguntaron si tenía pensado intervenir en un posible paro laboral que afecta los puertos de la costa este.

“Como se trata de una negociación colectiva, no consideraría la aplicación de la ley Taft-Hartley”, dijo.

La huelga podría durar varias semanas o incluso meses. Si la huelga se resuelve en unas semanas, los consumidores probablemente no noten alguna escasez significativa en los productos al por menor. Pero si la huelga se prolonga durante más de un mes, es probable que se produzca una escasez de algunos productos de consumo, aunque la mayoría de los productos navideños ya llegaron procedentes del extranjero. Los compradores podrían percibir un alza en los precios de una amplia gama de productos, desde frutas y verduras hasta automóviles.

Desde que la pandemia de coronavirus provocó importantes cuellos de botella en la cadena de suministros en 2021, los minoristas se han adaptado a que las perturbaciones en la cadena de suministros sean “la nueva norma”, dijo Rick Haase, propietario de la cadena de tiendas de regalos Patina en las ciudades de Minneapolis y Saint Paul.

“Para Patina, lo mejor ha sido asegurar los pedidos con antelación y tener los productos en nuestro almacén y trastiendas para asegurarnos de tener en existencia productos clave”, afirmó Haase.

Jay Foreman, director general de Basic Fun, un fabricante de juguetes como Care Bears y Lincoln Logs con sede en Boca Ratón, en Florida, ha seguido de cerca la situación portuaria durante meses y se preparó para ella al trasladar todos sus envíos en contenedores a los puertos de la costa oeste, principalmente Los Ángeles y Long Beach, en lugar de los puertos de Nueva York y Newark, en Nueva Jersey. Pero el cambio le significó costos adicionales de entre 10% y 20% que su empresa tendrá que absorber. Señaló que Basic Fun ya fijó con los minoristas los precios de sus productos para los próximos 10 meses, pero podría darse un alza de precios durante la segunda mitad de 2025 si la huelga se prolonga.

En anticipación a la huelga, Daniel Vasquez, propietario de Dynamic Auto Movers en Miami —una importadora y exportadora de vehículos— aumentó su inventario, específicamente para los vehículos que tardan más en enviarse.

Jonathan Gold, vicepresidente de cadena de suministro y política aduanera de la Federación Nacional de Minoristas, el grupo de comercio minorista más grande del país, dijo que esta huelga se produce en un momento en que la red de suministro sigue enfrentando los desafíos de los ataques de los hutíes contra el transporte marítimo comercial que básicamente han descartado la navegación por el mar Rojo y el Canal de Suez.

La incertidumbre en torno a la cadena de suministro coincide con la temporada de mayor actividad de envíos navideños para los minoristas, que tradicionalmente va de julio a principios de noviembre. Muchos grandes minoristas, anticipándose a la huelga, empezaron a enviar sus mercancías a los centros de distribución estadounidenses en junio, y Gold aseguró que la mayoría de los productos solicitados ya se encuentran en Estados Unidos.

Pero los minoristas tendrán dificultades para reabastecer su inventario y están incurriendo en gastos adicionales para almacenar mercancías durante más tiempo. Gold también señaló que los transportistas ya están anunciando recargos en los contenedores para hacer frente a las posibles interrupciones.

Greg Ahearn, presidente y director general de The Toy Association, el principal grupo de fabricantes y minoristas de juguetes en el país, señaló que una huelga llegaría en un momento particularmente crítico para los vendedores y fabricantes de juguetes —hasta el 60% de las ventas anuales de una empresa de juguetes se producen durante el cuarto trimestre del año.

El período de envíos navideños para la industria juguetera oscila entre seis y ocho semanas y comenzó en julio, aunque algunas empresas jugueteras realizar envíos con antelación o añadir más juguetes en sus cargamentos, explicó Ahearn.

“Impacta de muchas maneras”, dijo Ahearn. “Desde el punto de vista del consumidor, comienza con retrasos en la disponibilidad y luego empieza a manifestarse como escasez de juguetes. Para la industria, la escasez y el aumento de los costos pueden traducirse en un aumento de los precios.”

También ha dejado de depender de un puerto o socio naviero y ha fortalecido su relación con puertos más pequeños y compañías navieras que pueden evitar las zonas congestionadas.

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