Agencias/Ciudad de México.- El Ministerio de Exteriores de Rusia ha anunciado que 20 empleados de la Embajada de la República Checa en Moscú han sido declarados ‘personas non grata’ y deberán irse del país hasta finales del 19 de abril.
Se trata de la contramedida del Gobierno ruso tomada en respuesta a la expulsión de la República Checa de 18 diplomáticos por sospechas de que los servicios de inteligencia rusos estuvieron involucrados en la explosión de un depósito militar en 2014.
El departamento diplomático convocó al embajador de la República Checa en Rusia, Vitezslav Pivonka, para transmitirle la “fuerte protesta” en relación con el “acto hostil” de las autoridades checas contra el personal de la misión diplomática rusa en Praga.
“Pivonka fue informado de que veinte empleados de la Embajada de la República Checa en Moscú fueron declarados ‘personas non grata'” y de que se les ordenó abandonar territorio ruso antes del final del 19 de abril, detalla el comunicado.
Asimismo, se solicitó a la parte checa que “equiparara el número de empleados de la misión diplomática en Moscú en la categoría de los admitidos en el lugar con el número de empleados de la misma categoría de la Embajada de Rusia en la República Checa”, indica el Ministerio.
El Gobierno checo acusó a los integrantes de la misión diplomática rusa de ser espías militares del Kremlin y les concedió 48 horas para abandonar el país. Las autoridades checas sostienen que todas estas personas son miembros de servicios de inteligencia rusos y trabajan para el Departamento Central de Inteligencia de Rusia (GRU) y el Servicio de Inteligencia Exterior (SVR).
Las explosiones de las que habla Praga tuvieron lugar el 16 de octubre y el 3 de diciembre de 2014 y se produjeron en los depósitos militares en localidad checa de Vrbetice, situada en el sureste del país. La primera terminó con la vida de dos personas. Entre otros detalles, se reportó que una de las entidades que almacenaba municiones en aquellos depósitos era la empresa checa CZ Hermex, que suministraba armas a Ucrania.
La Cancillería rusa aseveró que va a tomar medidas ante lo que califica “un paso hostil” y “sin precedentes” que “continúa la serie de acciones antirrusas emprendidas por la República Checa en los últimos años”.
Las afirmaciones de Praga sobre la involucración de los servicios de inteligencia rusos en las explosiones en los depósitos militares de 2014 en la localidad de Vrbetice son “pretextos infundados y descabellados”, afirmó el ministerio en un comunicado, agregando que “previamente las autoridades checas atribuían la responsabilidad por las explosiones a las empresas que poseen estos depósitos”.
“También es imposible no ver la huella estadounidense”, indicaron desde la Cancillería rusa. “En su esfuerzo por complacer a EE.UU. en el contexto de las recientes sanciones estadounidenses contra Rusia, las autoridades checas han superado incluso a sus amos de ultramar en ese aspecto”, señalaron.
Al manifestar su protesta “enérgica” ante Praga, Moscú aseveró que va a tomar contramedidas “que harán que los autores de esta provocación se den cuenta de toda la responsabilidad que llevan por la destrucción de las bases del desarrollo normal de las relaciones” entre los dos países.