Agencias/Ciudad de méxico.- El costo para Estados Unidos de una deportación masiva de migrantes en situación irregular sería de 88.000 millones de dólares anuales o de 315.000 millones de dólares en caso de que se hiciera operación única, según un cálculo del Consejo Americano de Inmigración, un centro académico sobre estudios sobre la movilidad humana.
De acuerdo con un reporte especial del Consejo, en 2022 vivían en Estados Unidos unos 11 millones de inmigrantes indocumentados, el 3,3% de la población total del país.
Otros 2,3 millones de inmigrantes fueron puestos en libertad en Estados Unidos entre enero de 2023 y abril de 2024 y también serían objeto de cualquier operación de deportación masiva.
Conforme al análisis, una operación única para deportar a estos inmigrantes costaría al menos 315.000 millones de dólares, desglosados de la siguiente manera:
- El Gobierno tendría que gastar 89.300 millones de dólares para llevar a cabo suficientes detenciones.
El Gobierno tendría que gastar 167.800 millones de dólares para detener a los inmigrantes en masa.
El Gobierno tendría que gastar 34.100 millones de dólares en la tramitación legal.
El Gobierno tendría que gastar 24.100 millones de dólares en expulsiones.
Según el estudio del Consejo, deportar a un millón de inmigrantes al año supondría un costo anual de 88.000 millones de dólares, la mayor parte de los cuales se destinaría a construir campos de detención.
“Se necesitarían más de 10 años, y la construcción de cientos o miles de nuevos centros de detención, para arrestar, detener, procesar y expulsar a los 13,3 millones de inmigrantes objetivo, incluso suponiendo que el 20% de esa población se marchara voluntariamente durante cualquier esfuerzo de deportación masiva de varios años”, señala la investigación publicada en octubre pasado.
El costo total a lo largo de 10,6 años (suponiendo una tasa de inflación anual del 2,5%) sería de 967.900 millones de dólares. Los costes anuales se desglosarían del siguiente modo:
- El gobierno tendría que gastar una media de 7.000 millones de dólares al año para llevar a cabo un millón de detenciones anuales.
El gobierno tendría que gastar una media de 66.000 millones de dólares al año para detener a un millón de inmigrantes anualmente, o vigilarlos en programas alternativos a la detención mientras aumenta la capacidad de detención hasta un millón.
El gobierno tendría que gastar una media de 12.600 millones de dólares al año para llevar a cabo la tramitación legal de una media de un millón de inmigrantes al año.
El gobierno tendría que gastar una media de 2.100 millones de dólares al año para expulsar a un millón de inmigrantes anualmente.
“Para llevar a cabo más de 13 millones de detenciones en un corto periodo de tiempo se necesitarían entre 220.000 y 409.000 nuevos empleados públicos y agentes del orden, lo que sería casi imposible dados los actuales problemas de contratación en todas las fuerzas del orden”, señala el reporte.
Conforme al consejo, incluso para llevar a cabo un millón de detenciones en libertad al año, el ICE tendría que contratar a más de 30.000 nuevos agentes y personal policial, lo que lo convertiría instantáneamente en el mayor organismo policial del gobierno federal.
Además, señala el reporte, la deportación masiva agravaría la escasez de mano de obra en Estados Unidos. En 2022, casi el 90% de los inmigrantes indocumentados estaban en edad de trabajar, en comparación con el 61,3 por ciento de la población nacida en Estados Unidos con edades comprendidas entre los 16 y los 64 años, lo que hace que los inmigrantes indocumentados tengan más probabilidades de participar activamente en la población activa.
“La pérdida de estos inmigrantes indocumentados en edad de trabajar empeoraría los graves problemas de mano de obra con los que muchas industrias ya han estado luchando en los últimos años”, señala.
De acuerdo con el reporte, los sectores de la construcción y la agricultura perderían al menos a uno de cada ocho trabajadores, mientras que en la hostelería, aproximadamente uno de cada 14 trabajadores sería deportado por su condición de indocumentado.
“La deportación masiva eliminaría a más del 30% de los trabajadores de los principales oficios de la construcción, como yeseros, techadores y pintores; a casi el 28% de los clasificadores de productos agrícolas y a una cuarta parte de todos los limpiadores domésticos”, se afirma en el documento.
También se señala que, entre los deportados habría un millón de empresarios inmigrantes indocumentados, que generaron 27.100 millones de dólares en ingresos empresariales totales en 2022. “Perder a los 157.800 empresarios inmigrantes indocumentados en negocios de barrio provocaría interrupciones en los servicios que se han convertido en una parte integral de la vida comunitaria y proporcionan empleos locales para los estadounidenses”, dice el estudio.
“Estados Unidos perdería las contribuciones clave que los hogares indocumentados hacen anualmente a los programas de la red de seguridad social, incluyendo 22.600 millones de dólares a la Seguridad Social y 5.700 millones de dólares a Medicare. A medida que la población estadounidense envejece, la pérdida de estos pagos haría cada vez más difícil mantener la solvencia de los programas de la red de seguridad social”, se añade.
“Sólo en 2022, los hogares de inmigrantes indocumentados pagaron 46.800 millones de dólares en impuestos federales y 29.300 millones en impuestos estatales y locales. Después de impuestos, les quedaban 256.800 millones de dólares en poder adquisitivo, dinero que podría gastarse en las comunidades locales”, subraya el documento.
En cuento a la separación de familias, el reporte señala que deportar a los inmigrantes indocumentados separaría a 4 millones de familias mixtas, afectando a 8,5 millones de ciudadanos estadounidenses con familiares indocumentados (5,1 millones de los cuales son hijos de ciudadanos estadounidenses).
“En conjunto, la deportación masiva supondría una pérdida de entre el 4,2% y el 6,8% del PIB anual de Estados Unidos, es decir, entre 1,1 y 1,7 billones de dólares en 2022. En comparación, el PIB estadounidense se contrajo un 4,3% durante la Gran Recesión entre 2007 y 2009”, afirma el Consejo Americano de Inmigración.
El impacto negativo sería más significativo en California, Texas y Florida, los tres estados que albergaban al 47,2% de los inmigrantes indocumentados del país en 2022 y donde uno de cada 20 residentes sería deportado.
