Agencias/Ciudad Hidalgo.- En medio de un sofocante calor y operativo de seguridad la caravana de migrantes hondureños que integran entre 4 mil y 5 mil personas, quedó varada en el puente fronterizo de esta ciudad luego de que una parte de ellos intento ingresar de manera desordenada hacia México.
Ayer, los migrantes a su paso derribaron un endeble cerco policiaco montado en la ciudad de Tecún Umán, Guatemala.
Posteriormente pretendieron llevar a cabo la misma acción en la reja de contención instalada por el Instituto Nacional de Migración (INM) de lado mexicano.
Los agentes de la Policía Federal lanzaron gas lacrimógeno para replegar a los rijosos que incrustados en la caravana lanzaron piedras, palos y cohetones contra el cerco de seguridad.
Después de la gresca llegó una sofocante calma entre los migrantes que cargan con ellos decenas de niños, para buscar un acuerdo de ingreso ordenado con las autoridades mexicanas.
Gerardo García Benavente, comisionado del INM, informó que ya recibieron las primeras 250 peticiones de refugio.
En entrevista Benavente explicó que la respuesta a las solicitudes tardará un periodo de 10 días, luego se canalizan a la Comisión Mexicana de Apoyo a Refugiados (Comar), que resuelve en 45 o 90 días para determinar si otorga o no el estatus.
Este año, comentó, el INM ha detectado peticiones de refugio de 246 migrantes que tienen orden de aprehensión en su país.
Ayer en medio de un tumulto, los migrantes hondureños derribaron la puerta y cruzaron el puente sobre el Río Suchiate, limítrofe entre los dos países, en su intento por alcanzar el suelo mexicano.
Diversos medios radiofónicos difundieron que la Dirección General de Migración (DGM) de Guatemala, dio a conocer que cientos de hondureños se negaron a presentar documentos y posteriormente derribaron una reja en la aduana de ese país.
Autoridades de la DGM expulsaron ayer al exdiputado hondureño Bartolo Fuentes, detenido el martes pasado en Guatemala y quien es uno de los presuntos líderes de la Caravana Migrante.
Los integrantes de la llamada Caravana Migrante pernoctaron en la aduana de Tecún Umán, en el occidental departamento guatemalteco de San Marcos (a 260 kilómetros de la capital).
El gobierno de México informó que basado en razones humanitarias, autorizó el ingreso de migrantes una vez que presenten sus documentos en la aduana.
El cónsul titular mexicano en Quetzaltenango, Raúl Cueto Martínez, citado por la estación Emisoras Unidas de Guatemala, aclaró que el Instituto Nacional de Migración (INM) no está solicitando pasaporte ni visa a los hondureños.
Una vez que presentan un documento de identidad oficial, se les permite el ingreso al territorio mexicano, destacó el diplomático.
La prioridad, dijo, es el respeto a los derechos humanos de los migrantes.
Explicó que con este registro se pretende un ingreso ordenado y controlado al País.
Sobre todo, agregó, proteger especialmente a mujeres y niños que integran la caravana.
Miembros de la caravana entrevistados por la estación de radio guatemalteca reconocieron la disposición humanitaria del gobierno mexicano e indicaron que esperarían su turno para documentarse e ingresar al país.
Las fuerzas de seguridad guatemaltecas no intervinieron durante el tumulto y se mantuvieron al margen para “evitar incidentes de violencia”, indicó un jefe de la policía en Tecún Umán.
El comisionado nacional de la Policía Federal, Manelich Castilla Craviotto, afirmó que recuperó el orden y la paz en el puente fronterizo entre México y Guatemala, luego del caos que se vivió en ese punto por el arribo de la Caravana de Migrantes procedentes de Centroamérica.
“Era la prioridad recuperar la tranquilidad y el orden y se logró”, afirmó.
Refirió que se logró organizar a los migrantes procedentes de Honduras y en los términos que resaltó el secretario de Gobernación para permitir un ingreso ordenado y legal.
El funcionario explicó que personas ajenas a la caravana de migrantes agredieron a elementos de esa corporación.
Derivado de esto, dijo, se estableció comunicación con la gente que venía al frente de la misma y se acordó que el personal migratorio tomará el control del ingreso.
En ese sentido abundó que ya entraron los últimos dos autobuses en lo que el personal de migración se trasladará a personas vulnerables, niños, mujeres y personas de la tercera edad, para que sean atendidos en términos médicos y valorar su estado de salud.
“La prioridad es salvaguardar los derechos humanos de los migrantes, por lo que se les planteó ingresar a los sectores más vulnerables para que sean atendidos y garantizar su buen estado de salud”, expresó Castilla Craviotto.
Ante esa situación en la frontera sur del país, afirmó que hay suficientes elementos de la Policía Federal para contener este tipo de circunstancias y seguir garantizando que la migración sea legal y ordenada.
“Tenemos una policía fuerte y el personal es suficiente”, indicó.
