Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- El Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) ha resistido a la tormenta mediática que rasguño parte del corazón de su cuerpo que en resumidas cuentas son huellas de una cruenta batalla electoral en la que ganó 11 de 15 gubernaturas y 184 de 300 distritos de diputados federales disputados ayer en el País.
Las cifras son frías, duras, crueles y tienen un sabor dulce de victoria para MORENA sobre los adversarios políticos de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática (PAN-PRI-PRD), un puñado de intelectuales y empresarios cuyas recursos poco o nada modificaron en el escenario político del País.
En el recuento de la batalla electoral MORENA extendió las alas del proyecto de la 4 Transformación del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) con sendos triunfos en las regiones de Campeche, Baja California, Baja California Sur, Colima, Guerrero, Nayarit, Michoacán, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas.
El Movimiento que encumbró a López Obrador ha sembrado su bandera desde la frontera sur hasta la frontera norte. Y pasó de gobernar 6 a 16 entidades del País.
En solo una década dejo atrás las peleas de patio para convertirse en el partido dominante. Una tarea harta, difícil en medio de fragorosas batalles libradas ante poderosos rivales políticos y financieros en el País.
Las palabras incansables que predica día tras día López Obrador desde Palacio Nacional han encontrado eco en los lugares más recónditos e inimaginados por sus enemigos dentro y fuera del País. Las pruebas son las cifras duras que arrojaron a su favor los resultados en las urnas desde el distrito electoral más apartado de Ticul, Yucatán hasta San José del Cabo, en Baja California Sur, ambos otroras bastiones del PAN.
Una somera revisión al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) arrojó que MORENA y sus aliados captaron 21 millones 450 mil 971 votos ciudadanos en la contienda para renovar los 300 distritos de diputados federales en el País.
Esas cifras han dado el triunfo a MORENA y aliados en 184 distritos de 300 en disputa, y basado en los extraños algoritmos que aplicará el Instituto Nacional Electoral (INE) sumarían 292 curules de los 500 posibles en la Cámara de Diputados. López Obrador podría presumir que requiere de un solo paso para construir una mayoría calificada, nada difícil en los tiempos venideros de aspiraciones y sucesión.
Los datos han cargado de amargura a sus conservadores adversarios que no han visto la profundidad del negro resultado hasta después de perder en las urnas.
La alianza PAN-PRI-PRD ha pretendido vender como una debacle de MORENA los resultados favorables que alcanzaron en 8 de 16 alcaldías en la Ciudad de México, que sin duda significan un ligero pinchazo a la arteria principal del movimiento de López Obrador. Así son las batallas electorales nada que ver con cuentos ni memes en redes sociales, las cifras son como son y se han decantado a favor del Presidente.
Ayer, López Obrador demostró que esta dispuesto a hablar de cualquier cosa y soportar el mayor asedio de sus adversarios que hicieron de todo y solo alcanzaron como máximo trofeo un puñado 8 alcaldías en la Ciudad de México.
López Obrador ha empezado a preparar el terreno político de su último trienio de mandato con alas extendidas de su movimiento que permitirá calcular metódicamente el terreno de la continuidad de la Cuarta Transformación.
