Agencias/Ciudad de México.- Max Verstappen ha ganado, de forma inapelable, el Gran Premio de China, en la que es su victoria 58ª en la F1 y que le sirve para disparar su ventaja en el liderato del Mundial, con 110 puntos.
Verstappen no tuvo rival desde el principio el holandés y más después de adelantamiento de Fernando Alonso en la salida a Checo Pérez. al que frenó y quitó a la postre la segunda plaza final.
Segundo fue Lando Norris, con una estrategia de ahorrar neumáticos y beneficiado por la pequeña hazaña de Alonso al pasar a Checo de inicio y por los coches de seguridad, lo que le sirvió en bandeja la segunda plaza.
La carrera estuvo marcada por dos coches de seguridad consecutivos, que sumaron 11 vueltas neutralizadas en la fase de la carrera en la que se decidían las estrategias y que jugaron en contra de los dos españoles.
Para Carlos Sainz, quinto final, fue una carrera de supervivencia. Leclerc le tapó en la salida y luego tuvo que hacer el papel de escudero, para detener a Russell, el que le asignaron desde el box de Ferrari. Fue el único que no paró para refrescar gomas en los dos safety car y tuvo que aguantar con el mismo juego de duros desde la vuelta 18 a la 56. Pese a todo, mantuvo por detrás al Mercedes de Russell y escoltó a Leclerc, cuarto de la carrera, hasta la meta.
Es la primera vez que acaba por detrás de su compañero este año, en un fin de semana en el que no ha parecido nunca estar cómodo con el coche. Su cara ya lo decía el viernes y el sábado y tuvo menos ritmo siempre que su vecino de box. Ahora es cuarto en el Mundial, con 69 puntos, por los 110 de Max, los 85 de Checo y los 76 de Leclerc, pese a haber disputado una carrera menos que todos ellos por la apendicitis en Arabia.
Alonso séptimo y vuelta rápida
Para Fernando Alonso fue una carrera a la defensiva de inicio, tras haber alcanzado el tercero en la parrilla, que era absolutamente irreal por excepcional. Puso en aprietos a Checo al pasarlo en la salida, pero luego hubo de ceder ante el mexicano y ante Norris.
Los coches de seguridad, lejos de beneficiarle, le perjudicaron, pues Aston Martin decidió quemar uno de sus juegos de duros el viernes y ya no le quedaba ninguno más para la carrera.
Así, en su primera parada colocó un duro y en la segunda, gratis tras uno de los coches de seguridad, puso un blando, para ir al ataque. Tuvo que hacer una tercera detención para colocar un medio nuevo y remontar de forma magnífica desde el 12º al séptimo, adelantando en pista a Albon, Hunkenberg, Ocon, Hamilton y Piastri, para quedarse detrás de Russell, que estará en las nubes por haberle batido.
Casi se sale persiguiendo a Lewis, pero se rehízo, le dio alcance y lo rebasó sin problemas para conseguir el séptimo y la vuelta rápida de carrera, por delante de Verstappen. Un carrerón para él, no tanto para los que programaron el uso de sus gomas durante el fin de semana.
Carrera sin historia y mirando ya a Miami, en sólo dos semanas, donde se espera más juego para Ferrari y para el resto.