Agencias / Ciudad de México.- La sonda china Chang’e-5, que fue lanzada rumbo a la Luna el 23 de noviembre, y que aterrizó ayer con éxito,  ha concluido este miércoles el proceso de recolección de muestras de suelo y rocas lunares, informó la Administración Nacional del Espacio de China (CNSA, por sus siglas en inglés).

Desde la agencia indicaron que, después de posarse en la llanura volcánica en la cara visible de la Luna, conocida como ‘Oceanus Procellarum’, u ‘Océano de tormentas’, el aparato realizó trabajos de preparación, entre ellos el despliegue de los paneles solares. Completó las tareas de perforación y empaquetado de muestras lunares a las 04:53 del 2 de diciembre (hora china).

La CNSA indicó que la recolección se realizó a través de la combinación del uso de un taladro y un brazo mecánico.

“Chang’e ha recogido muestras lunares”, dijo la agencia en un comunicado publicado por la agencia oficial de noticias Xinhua. La sonda también ha desplegado con éxito los paneles solares que le darán energía.

La sonda tiene como objetivo traer a la Tierra dos kilogramos de muestras de suelo y rocas lunares. En caso de éxito, la misión Chang’e-5 convertirá a China en el tercer país que ha logrado recolectar muestras lunares, después de que décadas atrás lo hicieran EEUU y la URSS.

El lanzamiento de la Chang’e-5 se llevó a cabo mediante el cohete portador Changzheng 5, o Larga Marcha 5, desde el centro de lanzamiento espacial más meridional de China, el de Wenchang, ubicado en la costa noreste de la isla de Hainán. El 28 de noviembre, la sonda —que como sus predecesoras lleva el nombre de la diosa de la Luna de la mitología china, Chang’e— entró en órbita lunar.

Según el plan, la sonda pasará unos dos días perforando la superficie lunar y recogiendo 2 kilogramos (4,4 libras) de roca y material suelto. La parte superior de la sonda despegará para volver a la órbita lunar y transferir las muestras a una cápsula que regresaría a la Tierra, aterrizando a mediados de diciembre en las praderas en el norte de China.

Si tiene éxito, será la primera vez que los científicos obtienen muestras nuevas de rocas lunares desde que la Unión Soviética envió una sonda al satélite en la década de 1970. Se espera que esas muestras sean accesibles para científicos de otros países, aunque no está claro cuánto acceso tendrá la NASA dadas las restricciones del gobierno estadounidense a la cooperación espacial con China.

Los científicos esperan que el material traído de la Luna les ayude a saber más sobre el satélite, como por ejemplo su edad exacta, además de aumentar los conocimientos sobre otros cuerpos del sistema solar. Muchos programas espaciales están haciendo hincapié en conseguir muestras, por ejemplo de asteroides, y el dominio tecnológico de China coloca una vez más al gigante asiático en la vanguardia de los programas espaciales.

Las autoridades estadounidenses y rusas felicitaron al programa chino.

“Felicidades a China por el alunizaje exitoso de Chang’e 5. Esto no es tarea fácil”, escribió en Twitter el jefe de misiones científicas de la NASA, Thomas Zurbuchen.

“Cuando las muestras recogidas en la Luna vuelvan a Tierra, confiamos en que todo el mundo se beneficie de poder estudiar este precioso cargamento que podría impulsar a la comunidad científica internacional”, añadió.

La última vez que llegaron rocas lunares a la Tierra fue en 1976, en la misión de la sonda soviética Luna 24.

Astronautas estadounidenses trajeron 382 kilos (842 libras) de muestras entre 1969 y 1972. Algunas de esas rocas aún son analizadas y empleadas en experimentos.

El vuelo de Chang’e es el tercer alunizaje exitoso de China. Su predecesora, Chang’e 4, fue la primera sonda que llegó al poco explorado lado oculto de la Luna.

Funcionarios del programa espacial chino han dicho imaginar un futuro con misiones con y sin tripulación, incluida la posibilidad de una base permanente de investigación. No se han anunciado plazos ni otros detalles.

La misión actual incluye una colaboración con la Agencia Espacial Europea, que ayuda a monitorear la misión.

El programa espacial chino ha avanzado con más prudencia que la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética en la década de 1960, que se vio marcada por muertes y lanzamientos fallidos.

China se convirtió en 2003 en el tercer país que ponía un astronauta en órbita por sus propios medios, después de la Unión Soviética y Estados Unidos. También lanzó una estación espacial con tripulación.

El país asiático, al igual que sus vecinos India y Japón, también se ha sumado a la creciente carrera por explorar Marte. La sonda Tianwen 1 salió en julio camino del planeta rojo, con una sonda y un vehículo teledirigido que buscará agua.

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