Por Raúl Caraveo/Ciudad de México.- Las campañas políticas por la presidencia de México ya empezaron, las internas de las coaliciones Morena-PVEM-PT que va con tres figuras principales y la del Frente Amplio con PRI-PAN-PRD que lleva a una docena de aspirantes también; aunque son “internas” realmente es un eufemismo, las consecuencias no son predecibles aún pero podemos hacer algunas anotaciones.
El Frente a Amplio opositor se ha enfocado –distraído quizá- en posicionar a Xóchitl Gálvez, todos sus columnistas y articulistas, locutores de radio, exaltan las virtudes de una imagen creada al vapor, imagen de creación que ya experimentaron y tuvieron éxito antes con Vicente Fox y Enrique Peña Nieto. Creen que se repetirá el fenómeno porque ahora tienen a “los mejores asesores norteamericanos” en la creación de la inteligencia para obtener el triunfo. Lo que demuestra que siguen atorados en un pasado cercano que los obnubiló. En los próximos meses si Xóchitl no levanta en las encuestas podría ser sustituida por otro pero ya serían dos cartuchos quemados sin ninguna posibilidad. El reto del Frente Amplio es mayúsculo y se derivó de querer copiar y equiparar método y formato de la selección de candidato fuerte que inició Morena.
La coalición Morena-PVEM-PT avanza con tres figuras importantes Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López principalmente, aunque todos se muestran definitivamente por imitar, emular, exaltar sus propias virtudes, declaraciones y poses que los asemejen a una copia idéntica a Andrés Manuel López Obrador, en algún momento entenderán que por ahí no es el camino, no hay copias buenas, no hay clonaciones; si no encuentran la transmisión de su propia personalidad honesta y sincera para que esta entre en empatía con el ciudadano, como quehacer principal, estarán perdiendo el tiempo. El camino tampoco es criticar a sus adversarios de la misma coalición, eso provocaría un rompimiento, saltarse las normas acordadas e intentar ser un “aspirante incómodo” como lo ha hecho Marcelo Ebrard solo conduce a un objetivo final que sería encabezar otro proyecto distinto. La fragilidad de la unidad de Morena está en juego porque la misma seguridad del triunfo electoral desborda ambiciones personales. El gran margen de maniobra de López Obrador en estas tareas también está a prueba y es sencillo conocer desenlaces si revisamos la historia de pasadas sucesiones presidenciales postrevolucionarias.
En el pasado las sucesiones de los períodos presidenciales están cargados de alta traición y ambiciones desbordadas, no es fácil por decreto entrar a una civilidad y modernismo ejemplar, aunque vamos por buen camino, no es fácil.
El presidente López Obrador conforme pasen los meses irá perdiendo poder porque su influencia operativa se irá desbordando por los nuevos compromisos que los aspirantes van contrayendo con el único fin de llegar al poder. La imagen y estatura política del personaje AMLO es indiscutible, seguirá permeando y seguirá siendo seguida por millones de ciudadanos pero en los niveles más altos de la política hay otro hervor, se cuecen a otros niveles.
¿Hasta dónde el proceso de selección de candidatos presidenciales podría llegar a judicializarse? es una pregunta interesante;
Mientras que a Morena no le conviene en absoluto al Frente Opositor si, y quizá esa sea una apuesta más para los meses siguientes, al fin que la oposición tiene en la Suprema Corte de Justicia de la Nación un aliado. Y un dato que sirve de ejemplo es la “cargada de espectaculares” por todo el país que a nadie, absolutamente a nadie conviene; ni al candidato promocionado, ni a la coalición, ni al proceso de selección, ni al presidente Obrador; ni a los ciudadanos, sólo a la oposición le cae como bálsamo.
El origen de los espectaculares promocionando a determinado aspirante a candidato es muy cuestionable, si se trata de una manifestación adelantada de Gobernadores afines a Claudia, Marcelo o Adán pues es extremadamente lamentable la falta de sensibilidad o de asesores de estos Gobernadores o Gobernadoras que con la intención de ganarse la simpatía de su preferido arriesgan el proceso. De igual forma lo es si existen acciones como acarreo de personas, manifestaciones multitudinarias, en fin. Lamentable que Gobernadores compitan fuera de tiempo y fuera del estadio.
¿Algún día entenderán que es precisamente contra esto, contra lo que estamos los ciudadanos? Simulación, deshonestidad, corrupción.
La personalidad que Andrés Manuel López Obrador creo en los últimos 25 años, ese personaje fascinante para la historia, la construyó caminando, sudando, mojándose bajo la lluvia, primero en manifestaciones pequeñas que poco a poco fueron creciendo, con los zapatos llenos de polvo y sudoroso, saludando con afecto a todo el que se le acercara, recorrió tres veces los 300 distritos electorales y los 2,469 municipios, subió montañas de varias zonas indígenas que no son ni municipios, ni distritos, en fin, es una historia interesante que no volverá a repetirse.
Hasta hoy los aspirantes más importantes para continuar con el proyecto; Marcelo Claudia y Adán no han demostrado un 5% de la sustancia que hizo a López Obrador; tenacidad, esfuerzo, trabajo incansable.
PD. Agradezco la lectura y me disculpo por excederme en el espacio.
*Raúl Caraveo Toledo, articulista independiente es licenciado en ciencia política por la UAM, ex catedrático de las Facultades de Psicología y de la Facultad Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana, Corresponsal en México de La Prensa de Chicago, EEUU, escribe para Chicago, Illinois en www.laprensaus.com y www.vocesmigrantes.us y en México para www.insurgentepress.com.mx www.gobernantes.com www.quintanaroohoy.com www.revistadigitalqr.com.mx www.sinlineamx.com en Latinoamérica para www.prensabolivariana.org