Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- Luego de las recientes elecciones presidenciales en Chile, en donde obtuvo el triunfo Gabriel Boric, el nuevo gobierno ha propuesto debatir la conveniencia de una nueva constitución que supla a la de Augusto Pinochet.
Abierto el debate, el pueblo chileno se alista para un plebiscito programado para el 4 de septiembre en donde se decidirá si se continúa con el proyecto de una nueva Carta Magna, todo en función de un protocolo democrático que avale una eventual aprobación para sustituir la constitución de Pinochet.
¿Pero, cuáles son los principales cambios que pretende el gobierno de Boric someter al Congreso?
Uno de los puntos propuestos es el referente a la “plurinacionalidad”, en donde destaca que el mecanismo de consulta indígena sólo sea llevado a cabo cuando estos pueblos puedan ser afectados directamente, y que dichas consultas no se efectuarían para temas de carácter nacional o temas constitucionales.
En el rubro de los derechos sociales, la nueva propuesta de Carta Magna antepone al Estado como la entidad que debe proveer los bienes y servicios de los ciudadanos y no a las instituciones privadas como hasta ahora lo establece la Constitución.
El proyecto propone un sistema de seguridad social y uno de salud pública con el fin de que las instituciones del Estado se hagan cargo de la educación, la salud y el sistema de pensiones.
Respecto al tema de la seguridad, la propuesta cuestiona el “estado de excepción” que contempla la Constitución, un asunto muy controvertido y polémico en ese país. En el proyecto se propone “establecer en la Constitución el Estado de Emergencia por grave alteración de la seguridad pública, autorizando que las Fuerzas Armadas puedan colaborar, a requerimiento de la autoridad civil y en las condiciones calificadas que establezca la ley, en tareas de resguardo del orden constitucional y del Estado de derecho”.
El sistema político es otro de los asuntos pendientes que aborda el nuevo texto propuesto de Carta Magna, y cita que dicha adecuación será en función de “lograr el mejor equilibrio entre el poder legislativo, el gobierno central y las entidades territoriales”.
Se establece que “la reelección presidencial no proceda consecutivamente”, y abordan “eliminar la atribución de presentar mociones parlamentarias” para dar mayor libertad al gasto fiscal de los estados.
En este contexto se les otorga “la capacidad de endeudamiento fijadas por ley”, y se establece que “deberán ajustarse al máximo anual que a este efecto fije la Ley de Presupuestos, con expresa regla de responsabilidad fiscal”.
En lo referente al Sistema Judicial, la nueva Constitución propone desaparecerlo y crear un “Consejo de la Justicia”, conformado por ocho jueces, dos indígenas y cinco integrantes más nombrados por el Congreso.
La polémica ha cargado el debate sobre la nueva Constitución, sobre todo por este último punto referente a la desaparición del Poder judicial y a la propuesta original de desaparecer el Senado.
El presidente Gabriel Boric tiene una ardua tarea enfrente para lograr darle claridad a la propuesta en los próximos días previos a la votación del 4 de septiembre, en donde el objetivo central será explicarle a Chile la premisa y el alcance de su propuesta de nueva Constitución, de los contrario corre el riesgo de enrarecer la política antes de empezar a gobernar.