Agencias/ Ciudad de México.- El Barcelona se planta en la final de la Copa del Rey tras remontar el 2-0 encajado en la ida que daba una ventaja amplia a un Sevilla que ha perdido una oportunidad de oro. Tampoco le ha ayudado mucho la actuación arbitral de Sánchez Martínez, por lo que gran parte de la opinión pública futbolística está poniendo el grito en el cielo.
Son varias las jugadas en las que se sostiene que el Sevilla fue claramente perjudicado. Las dos que están generando más polémica son la falta de amonestación a Mingueza por cometer un penalti sobre Ocampos, que hubiese significado la segunda amarilla del central culé, y un posible penalti por mano de Lenglet.
La realidad es que tienen motivos de queja los sevillistas por estos dos últimos lances, especialmente por el primero, que hubiese cambiado totalmente el rumbo del partido, con un Barcelona volcado en busca de la prórroga. No fue expulsado Mingueza, pero sí Fernando por agarrar del brazo al rival, lo que dejó las opciones en muy escasas para el Sevilla.
Para Iturralde González, famoso exárbitro, ahora especialista de la Cadena Ser, hay mano de Lenglet.
Además, hubo un contraataque en el que el Sevilla avanzaba logrando acumular una superioridad muy clara y con grandes opciones de generar peligro en el minuto 89 de partido. Pero no fue a más porque el árbitro señaló de forma tardía una falta al portero, el checo Vaclik, no aplicando la ley de la ventaja.
Por todo ello, se respira una atmósfera de crispación que pone otra vez en duda el desempeño arbitral con uno de los grandes.
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Julen Lopetegui, técnico del Sevilla, valoró lo acontecido en el choque ante el Barcelona que supuso la eliminación de su equipo en la Copa del Rey: “Fue un partido en el que vivimos la parte más cruel del fútbol. Llegamos con uno menos y ellos también deberían haber tenido uno menos. Es una pena. Nos pasaron muchas cosas, tuvimos lesionados, encajamos gol en el primer tiro… No nos hemos venido abajo y tuvimos las opciones para clasificarnos. No fue así y estamos decepcionados”.
El entrenador, ya en rueda de prensa, analizó el resultado de su equipo. Las preguntas sobre el arbitraje no faltaron y Lopetegui, más allá de mostrar su cierto enfado por las decisiones que tomó el colegiado Sánchez Martínez, quiso centrar la atención en los esfuerzos que realizó su equipo.
“Toca tragar veneno. Es una noche amarga y triste, pero a su vez hay poco que reprochar a los jugadores y el esfuerzo que han hecho. Con 10 en la prórroga han hecho un esfuerzo extraordinario. Es una pena. Es una noche decepcionante”.
Lopetegui recalcó que no iba a hablar demasiado sobre el árbitro por miedo a una sanción. Y es que, como se viene produciendo desde el inicio de la temporada, las declaraciones de jugadores y entrenadores contra la actuación arbitral pueden acarrear sanción de hasta 12 partidos en aquellos casos donde se ponga en duda el buen hacer de los árbitros. Por ello, se conformó con un “toca tragar veneno“.
“Juzgad vosotros, habéis visto las jugadas. Los entrenadores, si las juzgamos públicamente, podemos ser sancionados. Es una acción manifiesta de gol y requiere de una amarilla, pero no la ha visto así. La de Lenglet la he visto en el marcador. Él no las ha visto y toca tragar veneno”.
Respecto al partido, el exseleccionador subrayó que no se pudo “reprochar a los jugadores” nada y que el “esfuerzo” realizado fue el máximo posible. No suficiente para evitar una “noche decepcionante”, pero sí para pensar ya en las siguientes aspiraciones del cuadro hispalense. El Sevilla sigue soñando con remontar en la Champions League para seguir con vida en competición europea y, de la misma manera, pelea por la tercera y segunda plaza de La Liga.
“Vamos a pasar una mala noche, pero mañana tenemos que pensar en el Elche. Tenemos una Liga exigente. Una Champions también. Vamos a luchar para que el fútbol nos dé lo que no hemos conseguido hoy. El fútbol a veces es duro y cruel, tenemos que levantarnos y mostrar el carácter”.
También incidió en la dureza de la eliminación para sus jugadores:
“El Sevilla estaba con diez jugadores y jugando contra el Barcelona. Ellos han quemado todas sus naves. El equipo ha hecho un esfuerzo grandísimo a todos los niveles. Excepto el larguero de Jordi Alba no recuerdo una ocasión clara. No hemos acertado y luego nos hemos quedado con diez a falta de los últimos minutos, donde eso se nota. Creo que el equipo ha hecho un esfuerzo importante. Toca levantarse”.
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