Agencias/Ciudad de México.- El Mallorca se metió en semifinales de la Copa del Rey tras apear a un Girona que partía como claro favorito en un partido en el que los de Javier Aguirre mostraron su mejor versión de la temporada. Un ‘modus trituradora’ que sobrepasó al líder de LaLiga en 45 minutos prácticamente perfectos de los bermellones, que pelearán por el pase a la final 15 años después.
El primer tiempo empezó bravo, con ambos equipos a tumbar abierta y sin dejarse nada escondido. De hecho, los porteros aparecieron muy pronto evitando los tantos de Stuani, primero, y los de Abdón y Larin, después. Con Son Moix dejándose la garganta, pasaban los minutos y el líder de LaLiga no era capaz de frenar a los locales, que ganaban 9 de cada 10 balones divididos y, para más inri, empezaban a rondar con asiduidad el área de Juan Carlos.
En una de ellas, y tras una desconexión en el carril zurdo, llegó el primero del Mallorca. Pelota al espacio, carrerón del incansable Dani y regalo para Larin, que resolvió con la calma propia de un killer. Aquello no cambió el plan de los de Míchel, que seguían mostrando sensación de peligro cada vez que pisaban área rival… pero incapaces de echar el candado atrás. Fue justo después de un mano a mano perdonado por Savinho, con buena parada de Greif, cuando se desató la tormenta.
Los rayos y truenos llevaban el nombre propio de Abdón Prats, que en apenas cinco minutos puso el campo cuesta arriba para el equipo catalán. Primero, con un zurdazo salvaje desde la frontal, y segundo, transformando un penalti revisado en el VAR por mano de Antal. No tuvo su noche el joven zaguero húngaro, que estrenaba titularidad.
Tras el paso por vestuarios, Míchel metió pólvora con Dovbyk y Yan Couto, y aunque poco a poco dominaban el panorama a través del balón, lo cierto es que los chicos de Aguirre hicieron gala de un ejercicio de resistencia digno de una cita como esta. Poco después entraron Valery y Portu, pero no fue hasta el ecuador, en una jugada aislada, cuando Son Moix se quedó helado. Raíllo agarró a Stuani descaradamente en el área, Munuera Montero lo vio clarísimo y, tras amonestarle, decidió expulsar al capitán tras sus airadas protestas. El uruguayo no falló… y quedaba todo abierto.
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— Real Mallorca (@RCD_Mallorca) January 24, 2024
En el tramo final la cámara sólo enfocaba al área de Greif, que veía cómo el Girona llegaba por todas partes. Por la derecha, por la izquierda, por dentro, con centros al área… prácticamente todo el escuadrón de Aguirre atrincherado cerca de su guardameta y con el escudo delante preparados para sufrir. De esta forma, y a los seis minutos del añadido, Savinho hizo temblar los cimientos del feudo bermellón con un tanto que dejó a los suyos en la orilla, muriendo de pie, y viendo cómo su rival hizo valer su gran primer tiempo para seguir soñando.
