Agencias/Ciudad de México.- La Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC, por sus siglas en inglés) dijo el viernes que la legislación estadounidense que amenaza con expulsar a las empresas chinas de sus bolsas es “claramente discriminatoria” y obedece a motivos políticos y no económicos, aunque aseguró que Pekín está dispuesto a negociar.
El Congreso de Estados Unidos aprobó el miércoles una legislación que obliga a las empresas chinas a salir de las plazas bursátiles estadounidenses a menos que cumplan con las normas de contabilidad de Washington. Está previsto que el Presidente saliente, Donald Trump, firme en breve la nueva normativa.
El regulador chino indicó en un comunicado que la “Ley de Contabilidad de Compañías Extranjeras” es “claramente discriminatoria” y no se basa en motivos profesionales.
La ley obliga a las empresas que cotizan en bolsa en Estados Unidos a demostrar que no están controladas por un gobierno extranjero, al tiempo que les exige que faciliten los nombres de los miembros del Partido Comunista Chino (PCC) presentes en sus organigramas. También les insta a revelar si sus artículos fundacionales contienen algún estatuto del PCC.
“Nos oponemos firmemente a tales actos de politización de la supervisión de valores”, dijo la CSRC.
“Estas normas obligarían a las empresas chinas a ser excluidas de la cotización en los mercados de valores de Estados Unidos y perjudicarían seriamente los intereses estadounidenses y de los inversores a escala global”, agregó.
La nueva ley también exige que las empresas chinas den a la Junta de Supervisión de Contabilidad Pública de Estados Unidos acceso a sus cuentas auditadas. Alegando motivos seguridad nacional, Pekín prohíbe actualmente a los reguladores extranjeros inspeccionar las empresas de contabilidad locales.
La nueva normativa afectaría a empresas como Alibaba, Pinduoduo Inc. y el gigante petrolero PetroChina Co Ltd., al tiempo que propiciaría más colocaciones secundarias en las bolsas de Hong Kong y China.
No se trata de una normativa creada a propósito contra las empresas chinas, si bien ha sido la intención de los republicanos y demócratas que la han impulsado en los últimos años dado que durante mucho tiempo las autoridades chinas se han mostrado reacias a permitir que los reguladores extranjeros inspeccionen las firmas contables locales, citando preocupaciones de seguridad nacional.
La nueva ley entrará en vigor en cuanto el presidente Donald Trump la ratifique, una vez que el Senado la aprobó el pasado mes de mayo.
Tanto demócratas como republicanos han criticado la falta de transparecencia del sistema financiero chino, asegurando que podría poner en riesgo a los inversores estadounidenses, en lo que supone un nuevo golpe a las tensiones comerciales entre ambos países.
En la actualidad, muchas de las compañías chinas que cotizan en Wall Street no cumplen con los nuevos requisitos de acceso a la información, como Baidu, China Mobile, PetroChina y Semiconductor Manufacturing International, según el regulador estadounidense de auditorías.
El miedo de muchas de las cotizadas chinas en EE UU a esta política ha derivado en un aumento de colocaciones de empresas chinas en la Bolsa de Hong Kong. Así, gigantes chinos como Baidu, JD.com, Pingduoduo y NetEase coizan tanto en Hong Kong como en Wall Street a través de ADR.