Agencias/Ciudad de México.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador acusó a “agencias internacionales” vinculadas al grupo conservador que encabeza el empresario Claudio X González estarían detrás del hackeo a los archivos de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena).
Cuestionamiento sobre el uso del programa espía Pegasus utilizado en su gobierno de acuerdo a filtraciones del grupo de hackers Guacamaya que obtuvo documentos de la Sedena, López Obrador respondió que ¿quién es Guacamaya Leaks?.
“¿Quién hackeó? Fue Guacamaya ¿No? Esa información que hackearon, donde aparece que yo tengo varios males, que estoy malo del corazón y que hipertenso y que tomo un coctel de pastillas y todo eso ¿Quién es Guacamaya? ¿Quién hace ese espionaje?.
“¿Por qué no hacen una investigación ustedes sobre eso? Porque yo sospecho que son agencias internacionales vinculadas con el grupo conservador que encabeza Claudio X. González. Intuimos, pero qué nos vamos a meter, imagínense cuánto trabajo tenemos”, atajó López Obrador los cuestionamientos en conferencia de prensa en Palacio Nacional.
López Obrador reprochó que existan grupos dedicados a hackear información de particulares o dependencias de Gobierno.
“No es obligatorio, pero sería más profesional, más ético, (investigar) quién es Guacamaya y, a partir de ahí, pues nosotros sí podemos decir, y hoy mismo vamos a informar sobre cómo se hace la investigación y la inteligencia para enfrentar a las bandas del crimen organizado”, retó López Obrador.
El actual Gobierno, añadió López Obrador, no hace espionaje, sino labores de inteligencia.
Esas labores de inteligencia, destacó López Obrador, permitió alertar al secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México (CDMX), Omar García Harfuch, antes de que sufriera un atentado del Cártel Jalisco Nueva Generación en calles de la capital del país.
“Andaba en un carro normal y nos informó y le dijimos: avísale que se cuide y cambió de carro, y usó una camioneta blindada. Esa información que se obtiene, se comparte, y en ese caso, por esa información se salvó el Secretario de Seguridad Pública.
“Imagínense si no tenemos inteligencia. Tenemos que hacer inteligencia, que no espionaje, que es distinto. Vamos a entregar toda la información, no hay nada ilegal, cómo se hace el trabajo de inteligencia, porque es mucho mejor la inteligencia que la fuerza”, sostuvo.
Ese trabajo de investigación, dijo, esta a cargo del Centro Nacional de Inteligencia -que depende de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana- con autorización judicial.
“Tiene facultades legales para hacerlo. Es la institución que legalmente puede llevar a cabo, con autorización judicial, que se hace, estas investigaciones a través de los teléfonos”, sostuvo.
López Obrador negó que el actual gobierno mantenga en operaciones el programa espía Pegases, aunque reconoció que existen “sistemas equivalentes” en el país.
“No, no opera Pegasus, y además lo de Pegasus es una marca y hay sistemas equivalentes a Pegasus en todas partes y en México, no necesariamente Pegasus, pero son sistemas que llevan a cabo las mismas funciones del sistema de escucha de Pegasus. No (se usa Pegasus).
“Es con orden del juez, de conformidad con la ley, y hay algo que tiene que ver con los principios nuestros, con nuestros ideales, nosotros no podríamos mentir, no podríamos estar escuchando a adversarios, a defensores de derechos humanos, a luchadores sociales si nosotros padecimos de eso”, recordó.
En el caso de la intervención de una comunicación del activista de derechos humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, López Obrador justificó que el activista habló al teléfono de un presunto narcotraficante.
“Y por eso, como ese presunto narcotraficante estaba siendo investigado, se obtuvo esa grabación, esa es la información que a mí me han entregado. Esa grabación tiene que ver con el Centro Nacional de Inteligencia”, admitió.
La versión de López Obrador es contraria al documento oficial de la Sedena que interceptó las llamadas del activista Ramos con periodistas en las que hablaron sobre casos de violencia a los derechos humanos registrados en Nuevo Laredo, Tamaulipas.