Agencias/Ciudad de México.- Hace tres décadas, los agricultores mexicanos enfrentaban una situación precaria, vendiendo su maíz por un promedio de US$415 la tonelada en dólares de hoy, lo que apenas les proporcionaba sustento.
La mayoría ganaba menos que el salario mínimo, y los productores de maíz estaban al borde de la pobreza. Sin embargo, la llegada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) trajo consigo una serie de cambios económicos y sociales que impactaron significativamente en la dinámica del país.
El TLCAN, que eliminó los aranceles mexicanos sobre el maíz importado desde Estados Unidos, junto con la retirada de los apoyos a los precios, redujo el valor mayorista del maíz en más de la mitad durante la década siguiente.
Ante esta situación, muchos agricultores tomaron decisiones racionales en busca de mejores oportunidades. Un fenómeno preocupante surgió: el cultivo de drogas como el cannabis y el opio se volvió más atractivo.
Según una investigación liderada por el cientista político Omar García Ponce, esta caída en los precios del maíz tuvo un impacto directo en los ingresos de los hogares rurales en las regiones productoras de maíz, reduciéndolos en un 19%.
Aunque no existen datos directos sobre la producción ilegal de drogas, los autores del estudio argumentan que la disminución de los precios del maíz provocó un aumento en la erradicación de la marihuana y el opio, así como un incremento en la presencia de carteles del narcotráfico.
Este cambio en la economía rural mexicana marcó el inicio de una serie de transformaciones en el panorama del narcotráfico en el país. La adopción del TLCAN no fue el único factor; el “shock de China” también influyó.
La creciente competencia de productos chinos en el mercado estadounidense afectó a los trabajadores manufactureros en EEUU, lo que a su vez sacó a los fabricantes mexicanos del mercado estadounidense y empujó a los trabajadores mexicanos hacia ocupaciones alternativas, a menudo ilegales.
Economistas como Melissa Dell, Benjamin Feigenberg y Kensuke Teshima encontraron una correlación entre la exposición de los trabajadores mexicanos a la competencia china y un aumento en la tasa de homicidios relacionados con las drogas, especialmente en áreas con presencia de carteles de drogas. Esto llevó a un aumento en las incautaciones de cocaína y contribuyó a la evolución del narcotráfico en México.
Sin embargo, la situación ha seguido cambiando. La legalización del cannabis en gran parte de los Estados Unidos ha reducido significativamente el comercio ilegal de marihuana, disminuyendo las incautaciones y reduciendo los precios de la marihuana mexicana en el mercado estadounidense.
Muchos agricultores mexicanos han abandonado el cultivo de marihuana en busca de oportunidades en los mercados legales de cannabis o cambiado a otros cultivos comerciales.
Por otro lado, las organizaciones de narcotráfico han dejado de enfocarse en la marihuana para dirigirse hacia drogas sintéticas más lucrativas y peligrosas, como la metanfetamina y el fentanilo. Esto ha cambiado la dinámica del narcotráfico, afectando la demanda de cocaína y heroína mexicana.
En este contexto, se plantean posibles soluciones para abordar el problema del narcotráfico en México. La disminución de algunos mercados de drogas podría abrir oportunidades para ofrecer alternativas económicas a los agricultores y a los miembros de los carteles, ya sea a través de subsidios para cultivos alternativos, programas de empleo urbano o nuevas oportunidades legales, como el cultivo de opio para la industria farmacéutica.
Sin embargo, es importante recordar que estas intervenciones deben llevarse a cabo cuando la industria de las drogas aún está en desarrollo, ya que una vez que las organizaciones criminales se establecen, es difícil erradicarlas por completo.
La evolución de la economía de las drogas en México es un recordatorio de que la lucha contra el narcotráfico requiere un enfoque más profundo que simplemente el uso de la fuerza militar, y que las políticas deben adaptarse a las cambiantes dinámicas económicas y sociales.
