Agencias/Ciudad de México.- La jugadora estadounidense de baloncesto Brittney Griner fue sacada el pasado 4 de noviembre de su prisión en Rusia y está “camino a una colonia penal”, así lo aseguraron este miércoles sus abogados, quienes indicaron que desconocen su ubicación actual y su “destino final”.
Una corte rusa rechazó su apelación a una condena de nueve años por posesión de drogas el mes pasado.
“Brittney fue trasladada del centro de detención en Iksha el 4 de noviembre. Ahora está camino de una colonia penal. No tenemos ninguna información sobre su ubicación exacta o su destino definitivo”, indicó el comunicado de su equipo legal.
“Cada minuto que Brittney Griner debe soportar una detención ilegítima en Rusia es un minuto de más”, afirmó la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre. “Mientras el gobierno sigue trabajando sin descanso para conseguir su liberación, el presidente ha dado orden al gobierno de que insista a sus captores rusos para que mejoren su trato y las condiciones que se vea obligada as soportar en una colonia penal. Como hemos dicho antes, el gobierno estadounidense hizo una oferta significativa a los rusos para resolver las actuales detenciones inaceptables e ilegítimas de ciudadanos estadounidenses”.
Griner, ocho veces jugadora del Juego de las Estrellas y medallista olímpica de oro en dos ocasiones, fue condenada el 4 de agosto después de que la policía dijera que había encontrado cartuchos de cigarrillo electrónico con aceite de cannabis en su equipaje en el Aeropuerto Sheremetyevo de Moscú.
El caso de Griner provocó indignación en Estados Unidos. Su secretario de Estado, Antony Blinken, propuso a Rusia un acuerdo para liberarla a pesar de las crecientes tensiones con Moscú por la invasión de Ucrania.
Griner admitió que tenía los cartuchos en su equipaje, pero declaró que los había empacado por error con prisa y que no tenía intención delictiva. Su equipo de defensa presentó documentos por escrita de que se le había prescrito cannabis como analgésico.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, reiteró que habían presentado “una oferta substancial” para resolver el caso.
“Cada minuto que Brittney Griner debe aguantar una detención arbitraria en Rusia es un minuto de más”, dijo en un comunicado.
“Mientras la administración continúa trabajando incansablemente para asegurar su liberación, el presidente instó a la administración a instar a sus captores rusos para que mejoren su trato y las condiciones que puede tener que soportar en la colonia penal”, dijo.
Griner, dos veces medalla de oro olímpica y campeona de la Asociación Nacional de Baloncesto Femenino, estaba en Rusia jugando para el club de Yekaterinburgo antes de retomar su temporada con los Phoenix Mercury de la WNBA.
Algunas informaciones señalan que Griner y otro estadounidense detenido en Rusia, Paul Whelan, podrían ser intercambiados por Viktor Bout, un famoso traficante de armas ruso condenado a 25 años de cárcel en Estados Unidos.
El pasado 25 de octubre la Justicia rusa rechazó el recurso de apelación de la baloncestista estadounidense y mantuvo en vigor la condena de nueve años de cárcel por posesión y contrabando de drogas.
Los abogados de la deportista, cuya liberación ha sido demandada por el presidente de EEUU, Joe Biden, habían pedido al Tribunal de la región de Moscú que redujera la pena, mientras la fiscalía solicitó mantenerla en firme.
Su arresto en febrero se produjo en un momento de altas tensiones entre Moscú y Washington, días antes de que Rusia invadiera Ucrania. En aquel momento, Griner estaba regresando a Rusia, donde jugó durante el receso de la liga estadounidense.
La sentencia de nueve años se acercó a la pena máxima de diez, y los abogados de Griner alegaron tras la condena que el castigo era excesivo. Apuntaron que en casos similares los acusados han recibido una condena promedio de unos cinco años y que a un tercio de ellos se les concedió la libertad condicional.
Antes de la condena, el Departamento de Estado de Estados Unidos declaró que la deportista había sido “detenida erróneamente”, una acusación que Rusia rechazó frontalmente.