Agencias/Ciudad de México.- Yuridia, una migrante mexicana de 36 años, narró a The New York Times que el periplo que vivió durante una cirugía en la que extirparon el útero contra su voluntad en un centro de detención del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en Irwin, Georgia.
La mujer dijo que buscó a una enfermera en el centro poco después de su llegada porque tenía dolor en la costilla luego de una pelea con su ex pareja abusiva justo antes de que ICE la capturara.
Pidió ser identificada por su nombre de pila porque temía por su seguridad, de acuerdo a The New York Times.
La enviaron para un examen médico en la oficina del doctor Mahendra Amin, donde dijo que él comenzó a preparar una máquina de ultrasonido.
“Asumí que iban a revisar mi costilla”, dijo. “Lo siguiente que sé es que está haciendo un examen vaginal”, indicó Yuridia a The New York Times.
El centro de detención del condado de Irwin en Ocilla, Georgia, atrajo la atención nacional este mes después de que una enfermera, Dawn Wooten, presentara una denuncia de irregularidades, alegando que las detenidas le habían dicho que les habían extirpado el útero sin su total comprensión o consentimiento.
Desde entonces, tanto ICE como el hospital del condado de Irwin han publicado datos que muestran que se han realizado dos histerectomías completas a mujeres detenidas en Irwin en los últimos tres años.
Pero ahora están surgiendo relatos de primera mano de las detenidas que fueron sometidas a otros procedimientos ginecológicos invasivos que no entendían completamente y, en algunos casos, pueden no haber sido médicamente necesarios.
Amin registró en sus notas que Yuridia tenía quistes en los ovarios y programó una cirugía para extirparlos. También escribió que ella se había quejado de menstruación abundante y dolor pélvico.
Dijo que nunca experimentó ni informó esas condiciones y que no había pedido ver a un ginecólogo.
Semanas después, fue operada. Los informes de patología muestran que no tenía quistes peligrosos, sino pequeños del tipo que ocurren naturalmente en la mayoría de las mujeres y no requieren intervención quirúrgica.
Yuridia dijo que esperaba solo un procedimiento menor que se realizaría por vía vaginal, pero se sorprendió cuando se despertó al encontrar tres incisiones en su abdomen y un trozo de piel que faltaba en su área genital.
“Me desperté y estaba sola, tenía dolor y todos hablaban inglés, así que no pude hacer preguntas”, dijo Yuridia. Tres días después, aún adolorida y recuperándose, fue deportada, reportó The New York Times.
El caso de Yuridia tiene sorprendentes similitudes con otros que el panel de médicos revisó. Muchos de ellos llevaron a dos procedimientos quirúrgicos realizados simultáneamente:
“dilatación y legrado”, a menudo denominado “D & C”, que implica insertar herramientas en la vagina de una mujer y raspar tejido del útero, y laparoscopia, en la que se realizan tres incisiones que están hechas para insertar una cámara en la cavidad abdominal para examinar o realizar procedimientos en los órganos reproductores.
Los casos sugieren un patrón de “intervención quirúrgica excesivamente agresiva sin una prueba adecuada de remedios médicos”, dijo Ottenheimer.