Agencias/Ciudad de México.- Dimorphos, el asteroide en el que impactó la misión DART de la NASA con el objetivo de alterar su trayectoria, se formó hace 300,000 años, mientras su binario mayor Didymos suma 12.5 millones de años.
Al estudiar los datos recopilados por la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, que en 2022 envió una nave espacial para colisionar intencionalmente con la luna Dimorphos, el equipo científico de la misión descubrió nueva información sobre los orígenes del sistema binario de asteroides objetivo y por qué la nave espacial DART fue tan eficaz para cambiar la órbita de Dimorphos.
En cinco artículos publicados recientemente en Nature Communications, el equipo exploró la geología del sistema binario de asteroides, que comprende la luna Dimorphos y el asteroide progenitor Didymos, para caracterizar su origen y evolución y limitar sus características físicas.
Los autores deducen que Dimorphos probablemente se desprendió de Didymos en un gran evento de desprendimiento de masa. Existen procesos naturales que pueden acelerar la rotación de los asteroides pequeños, y hay cada vez más evidencia de que estos procesos pueden ser responsables de remodelar estos cuerpos o incluso de forzar que el material se desprenda de sus superficies.
El análisis sugirió que tanto Didymos como Dimorphos tienen características superficiales débiles, lo que llevó al equipo a postular que Didymos tiene una edad superficial entre 40 y 130 veces mayor que Dimorphos, con una estimación de que el primero tiene 12,5 millones de años y el segundo menos de 300,000 años. La baja resistencia superficial de Dimorphos probablemente contribuyó al impacto significativo de DART en su órbita.
Estos últimos hallazgos forman una visión general más sólida de los orígenes del sistema Didymos y contribuyen a la comprensión de cómo se formaron estos cuerpos planetarios. Mientras la misión Hera de la ESA (Agencia Espacial Europea) se prepara para volver a visitar el lugar de colisión de DART en 2026 para analizar más a fondo las consecuencias de la primera prueba de defensa planetaria de la historia, esta investigación proporciona una serie de pruebas de lo que Hera encontrará y contribuye a las misiones de exploración actuales y futuras, al tiempo que refuerza las capacidades de defensa planetaria.
A medida que se estudien los datos y las imágenes de DART en los próximos meses, los científicos podrán decirnos más sobre las superficies de Didymos y Dimorphos. Antes de DART, los científicos pensaban que podrían tener superficies similares a los asteroides que han sido visitados por naves espaciales, como los asteroides Bennu y Ryugu. Ambos asteroides tienen superficies extremadamente rugosas llenas de rocas de varios tamaños. Carecen del regolito de grano fino, o material exterior suelto y rico en polvo, que se ve en la Luna de la Tierra y en otros asteroides.
“Las imágenes y los datos que DART recopiló en el sistema Didymos proporcionaron una oportunidad única para una mirada geológica de cerca de un sistema binario de asteroides cercanos a la Tierra”, dijo en un comunicado Olivier Barnouin, autor de la investigación y científico del Johns Hopkins Applied Physics Laboratory (APL).
“Solo a partir de estas imágenes, pudimos inferir una gran cantidad de información sobre las propiedades geofísicas de Didymos y Dimorphos y ampliar nuestra comprensión sobre la formación de estos dos asteroides. También entendemos mejor por qué DART fue tan eficaz para mover a Dimorphos”.
Todavía no se sabe si los asteroides binarios se forman de la misma manera o por muchos procesos diferentes. El rápido giro de Didymos sugiere que la luna pequeña puede haberse formado a través de un proceso llamado fisión rotacional, en el que el material se desprende del asteroide debido a su rápida rotación. Se cree que Didymos comenzó a girar más rápido porque la luz infrarroja se emitió de manera desigual desde su superficie calentada por el Sol, lo que resultó en una fuerza de torsión o torque. A lo largo de millones de años, este proceso podría haber acumulado suficiente impulso para liberar material de la superficie, que luego se acumuló en la luna pequeña. Pero otras posibilidades no se han descartado de manera concluyente.