Agencias/Ciudad de México.- El FC Barcelona rechazó en los últimos meses dos ofertas de patrocinadores que pretendían anunciarse en el frontal de la camiseta azulgrana a partir del curso 2022-2023.

Según ha podido saber EFE, una de ellas era de una empresa de ‘cryptoexchanges’ (punto de intercambio de criptomonedas) y la otra de una empresa india dedicada a la educación online, la dos por encima de los 55 millones de euros anuales.

La empresa de ‘cryptoexchange’ es una de las tres más grandes de su sector y llegó a ofrecer 70 millones más una bonificación del 20% según el rendimiento del primer equipo de fútbol masculino.

La oferta hasta llegó a pasar todos los controles internos del club, incluido el del departamento de ‘compliance’, que se encarga del cumplimiento normativo tanto interno como externo, pero no convenció ni en el comercial ni en la junta directiva por tratarse de un sector controvertido.

El motivo para romper las negociaciones que el Barça le dio a la empresa, que participa en grandes eventos en los Estados Unidos, fue que podía lograr más dinero por el patrocinio de su camiseta.

Con mejores ojos recibió Laporta la oferta de una empresa india dedicada a la educación online que este verano llegó a ofrecer 58 millones de euros más una bonificación del 15% y que casaba con los valores que defiende el club azulgrana.

Por su naturaleza, el patrocinio podía contener colaboraciones con las academias del Barça y con el Barça Innovation Hub (el área de innovación tecnológica).

Pero, a pesar de que la empresa fue incrementando substancialmente los 40 millones iniciales que ofertó, algunos ejecutivos de la entidad catalana pretendían que superara los 60 millones anuales y la negociación se fue postergando cuando ya estaba a punto de cerrarse en mayo. Hasta que a principios de agosto llegó el adiós de Leo Messi, el mejor activo del Barça, y todo se rompió.

Entonces la empresa se plantó y, aunque Laporta reaccionó a la desesperada con la celebración de una reunión telemática, ya fue demasiado tarde y no hubo vuelta atrás.

Así, ahora mismo no hay ninguna negociación cerca de cerrarse para ser el relevo de Rakuten a partir del 30 de junio de 2022, que esta temporada está pagando 30 millones de euros más variables.

Pero el Barça está explorando una vía que hace dos años ya intentó la junta directiva de Josep Maria Bartomeu. Parte de la ejecutiva del club azulgrana está interesada en que un fondo de inversión propiedad del gobierno saudí aporte 100 millones de euros anuales por patrocinio.

La opción se está encontrando con muchas reticencias dentro del club, ya que en la reciente Asamblea General de Compromisarios se aprobó la inclusión en los Estatutos del compromiso de luchar contra la discriminación de género, la homofobia, el sexismo y el racismo, unos valores que se considera que no estarían en la línea de este patrocinio.

A noviembre de 2021, el club azulgrana tiene 29 patrocinadores, once menos de los que había en abril de 2019, cuando se logró el récord histórico de 40.

Y, en el departamento comercial, que se siente poco atendido por parte de presidencia y de los ejecutivos, se teme que en el peor de los casos se puedan llegar a perder otros diez al final de este ejercicio. El de la manga izquierda, que quedó vacía tras la renuncia de Beko, tampoco está cerca de cerrarse.

A finales de julio, Jordi Camps, el tercer director comercial del Barça durante este 2021, anunció que dejaba el cargo y aún no se le ha encontrado sustituto.

Durante meses, el área comercial había conseguido aumentar una primera propuesta de 40 millones de euros anuales hasta los más de 55, pero algunos ejecutivos no acababan de conformarse con la cifra y pidieron más.

Querían superar los 60 millones por temporada y estiraron las opciones hasta que la cuerda cedió y se rompió. La marcha de Messi, el 5 de agosto, lo acabó de empañar. El Barcelona había perdido a su gran activo y la empresa ya no quiso avanzar después de tener el acuerdo prácticamente cerrado a finales de junio.

Para Joan Laporta, era un patrocinio ideal. Al presidente le gustaba, quería que la plataforma de educación fuera el patrocinador principal del club. Además, sus valores casaban a la perfección con los del Barça e incluso se hubieran podido producir sinergias con las Academias del club y el proyecto de desarrollo y conocimiento Barça Innovation Hub. Incluso, tras la salida de Messi, Laporta pidió una reunión telemática para enderezar la situación, pero ya era tarde. No se consiguió arreglar el desperfecto y el patrocinio cayó definitivamente.

Durante esas fechas, otra gran empresa puso sobre la mesa 70 millones de euros anuales + un 20% de bonus supeditado a los títulos. Lo hizo de manera formal, con varias cartas firmadas en las que fue aumentando su primera propuesta, que partía de 50 millones. Pero ese patrocinio no acababa de convencer ni al área comercial, ni a la junta directiva.

Se trataba de una plataforma de intercambio de criptomonedas (Crypto Exchange Platform). Una de las tres más grandes del mundo, colaboradora de grandes eventos en los Estados Unidos, una gran compañía que seguía siendo, sin embargo, una marca controvertida por el sector en el que desarrolla su actividad. La excusa para rechazar la última propuesta de 70 millones fue que el Barcelona podía conseguir más dinero, pese a que dentro del club la idea de firmar con un comerciante de criptomonedas no cuajaba.

Otro acuerdo con el que la junta directiva y varios ejecutivos no están de acuerdo es el que se lleva intentando desde hace dos años con un fondo soberano de Arabia Saudí. Durante el mandato de Josep Maria Bartomeu, algunos ejecutivos ya exploraron la posibilidad de llegar a un entendimiento con el fondo propiedad de la familia real saudí -que acaba de comprar el Newcastle United- por unos 100 millones de euros anuales, pero las negociaciones no avanzaron por el camino deseado.

Ahora, algún ejecutivo del área comercial ha reactivado el intento, aunque desde el área presidencial no se ve con buenos ojos el vínculo con Arabia Saudí por la disparidad de valores entre las partes. De hecho, el Barça acaba de introducir en sus estatutos la lucha contra la discriminación de género, la homofobia, el sexismo y el racismo, aunque el club disputará el 14 de diciembre un partido amistoso en Riad en homenaje a Diego Armando Maradona.

A mediados de año, Nike puso al Barça la fecha de finales de octubre como límite para conocer el nombre del patrocinador principal de la camiseta para la próxima temporada. El motivo, el período de confección que se necesita para que las equipaciones lleguen a las tiendas a tiempo.

El mes de octubre ha terminado y ni el Barcelona tiene el patrocinador -tampoco tiene ninguna propuesta sólida a día de hoy- ni Nike sabe qué marca tendrá que poner en el frontal de la camiseta de la temporada 2022-23. Esto supone un retraso en la elaboración de la ropa de juego y la más que probable salida a la venda de un porcentaje de camisetas inferior a la habitual.

En el club hay cierta preocupación por la dinámica negativa en la que han entrado los acuerdos comerciales durante los últimos meses, ya desde la presidencia de Bartomeu. El área comercial ha sufrido salidas de profesionales de alto rango que todavía no han sido reemplazadas, un hecho que ha provocado que los patrocinios cayeran en picado. En abril de 2019, el Barça llegó a la cumbre con 40 patrocinadores.

La cifra más alta de la historia del club. Pero en los últimos meses han ido disminuyendo, hasta los 29 actuales. En dos años, el Barcelona ha perdido 11 patrocinadores y se prevé, si las cosas siguen por el mismo camino, que pueda perder otros diez más a final de temporada en el peor de los casos.

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