Agencias / Nueva York.- WeWork aplazó su debut en la bolsa luego de que pareciera tambalearse la confianza de los inversionistas en la compañía especializada en arrendar espacios compartidos en edificios de oficinas.

La empresa, hace poco valorada en unos 47.000 millones de dólares, se suma así a una lista creciente de compañías que parecen tener dificultades para generar entusiasmo entre los inversionistas.

Wall Street esperaba que la compañía matriz de la empresa, The We Company, comenzara una serie de presentaciones para promover sus acciones a partir de la próxima semana.

“The We Company espera con interés nuestra próxima salida a bolsa, que esperamos que se complete a finales de año”, dijo la compañía en un comunicado.

“Queremos agradecer a todos nuestros empleados, miembros y socios por su compromiso continuo”, agregó.

En un año vertiginoso para las ofertas públicas iniciales y que ha incluido ya a compañías como Uber, Lyft y Pinterest, WeWork parece pasar por problemas para entusiasmar al público inversionista. Aunque la empresa está creciendo rápidamente, no tiene las ganancias suficientes para demostrar que es rentable.

La empresa perdió 1.610 millones de dólares el año pasado, pero obtuvo 1.820 millones de dólares en ingresos. Hace poco anunció que reduciría a la mitad, de 20 a 10 por acción, el poder de voto de las acciones de clase más alta que tendrían el director ejecutivo Adam Neumann y otros después de la oferta pública inicial.

Fundada como un espacio de trabajo conjunto en Manhattan en 2010, WeWork cuenta ahora con 527.000 miembros en 111 ciudades de todo el mundo. La mayoría de las veces gana dinero alquilando edificios y dividiéndolos en espacios de oficinas para subalquilarlos a sus miembros.

La marca es popular entre las pequeñas empresas, las compañías tipo startup y trabajadores autónomos que no pueden pagar una oficina permanente. Los miembros utilizan una aplicación para reservar oficinas o escritorios listos para usar y obtener acceso a servicios de recepción, salones a la moda, salas de conferencias, café gratis y otros servicios.

Sin embargo, su modelo de negocio no ha sido puesto a prueba en una recesión económica que podría perjudicar a sus miembros, cuyos plazos de arrendamiento promedian actualmente 15 meses.

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