Agencias/Sinaloa.- ‘La suerte cuenta mucho no solo en política sino en todo’, respondió el Presidente Andrés Manuel López Obrador a su llegada al aeropuerto de Culiacán, a una pregunta sobre si tenía miedo de ingresar a Badiraguato, cuna del capo Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.
“La política, entre otras definiciones, es virtud y fortuna, y qué cosa es la fortuna, es la suerte y saben que la suerte cuenta mucho no solo en política, en el periodismo, en el deporte, en todo”, comentó López Obrador.
El Presidente visitó este viernes el municipio de Badiraguato, en Sinaloa, origen de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, uno de los capos que acumuló mayor poder, sembró respeto entre los habitantes de la región y el miedo entre sus enemigos del mundo, antes de ser capturado y extraditado a la espera de una condena de cadena perpetua en Nueva York, Estados Unidos.
Supervisión de obra en tramo carretero Badiraguato-Guadalupe y Calvo, desde Sinaloa. https://t.co/k5MHxXwDi3
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) 16 de febrero de 2019
López Obrador inició la supervisión de la construcción del tramo carretero Badiraguato-Guadalupe y Calvo, en Sinaloa, región que ha sido erradicada del mapa político de los últimos tres ex Presidentes de México.
Durante el mitin el Presidente dijo que la única forma de serenar México es con oportunidades, debido a que las anteriores estrategias de enfrentar el fuego con el fuego, violencia con violencia.
“La paz y la tranquilidad son frutos de la justicia. Y para que quede claro, porque me lo preguntaron ayer, antier, va a Badiraguato, y no sabe que es la tierra de una persona que esta siendo juzgada en Estados Unidos.
“Les digo a los pueblos no se les puede estimagtizar, los pueblos no tienen porque ser estigmatizados, ahí esta por ejemplo el pueblo de Atlacomuco, Estado de México, de ahí es un grupo político, y dicen el grupo Atlcaomulco, y que tiene que ver el pueblo con eso.
“Nada, es gente buena, es gente trabajadora, lo mismo Badiraguato, además, que dice la Biblia, de que no hay que hacer juicios temerarios, y que dice la sabiduría de que no se puede hacer leña del árbol caída. Nosotros tenemos que buscar la reconciliación, nosotros tenemos que conseguir la paz, que como dije es fruto de la justicia”, sostuvo.
López Obrador se convirtió en el primer mandatario mexicano en décadas en visitar Badiraguato, cuna de poderosos capos del narcotráfico como ‘El Chapo’ Guzmán, buscando convencer a los jóvenes de la zona de no dejarse seducir por el crimen organizado.
Rodeado por las montañas de la Sierra Madre Occidental y bajo un fuerte operativo de seguridad, el mandatario lanzó un plan de rescate para el olvidado municipio que incluye la construcción de una carretera interestatal, una universidad pública y la aplicación de un programa de siembra de árboles.
“Hasta ahora, nunca había visto que viniera un Presidente para acá”, dijo Javier de la Rocha, un agricultor de 41 años, en la entrada del municipio de Badiraguato, dedicado principalmente a la agricultura y la ganadería y asolado, por años, por la violencia de los cárteles de la droga.
“Con la universidad, la familia ya no va a tener que viajar para estudiar en otra parte”, explicó el campesino, apoyándose sobre su pala, frente a un enorme cartel que daba la bienvenida al pueblo a López Obrador.
El martes, una corte de Nueva York declaró culpable a Guzmán de 10 cargos, por los que podría enfrentar cadena perpetua.
Al día siguiente, López Obrador declaró, en su conferencia matutina, que la sentencia ojalá sirva como “enseñanza” para quienes quieren causar daño y solo buscan lo material, al tiempo que pidió que la comunidad sinaloense no fuera estigmatizada por los crímenes del ‘Chapo’.
“Me gustaría que quienes toman estos caminos recapaciten”, sostuvo.
Otros pobladores, reportó la Agencia Reuters comentaron estar prestos a trabajar en la construcción de vías o de la futura universidad, con tal de tener ingresos.
Badiraguato, fundado hace más de 100 años, es uno de los municipios más pobres del país y cobró notoriedad unas décadas atrás porque allí nacieron muchos de los principales narcos mexicanos, como Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, además del ‘Chapo’.
Ante el olvido estatal, los capos construyeron caminos, asfaltaron vías y levantaron edificios, según recuerdan los pobladores de la zona, donde siete de cada 10 de los 32 mil habitantes vive en la pobreza.
Por ello, muchos consideran emblemática la visita de López Obrador apenas tres días después de que ‘El Chapo’ fuera hallado culpable.
“El señor Guzmán ayudó mucho al pueblo. Ahora que no está, esperemos que el Estado responda”, dijo José Carrillo, un jornalero de 61 años mientras comía en la pollera ‘El Chapo’.
El Presidente mostró cierta cautela a responder a la pregunta sobre su gira en esa región, sacó de su cartera un billete de dos dólares que, dijo, es de paisanos, así como algunas estampas, dos de las cuales leyó: “detente, el corazón de Jesús está conmigo”, “detente enemigo, el corazón de Jesús está conmigo”.
López Obrador recordó que esas estampitas son dos de tres que le han obsequiado los ciudadanos en sus visitas a diversas entidades del País.
Antes de abordar la camioneta gris en la que se transportó hacia Badiraguato, Sinaloa, López Obrador atendió a varias personas sobre el polémico tema de los centros de desarrollo infantil.
El apoyo, atajó el Presidente, se otorgará de manera directa a los padres de familia.
López Obrador saludo a las personas reunidas en la terminal aérea, abrazó a una niña que le pidió tomarse una fotografía con un señor.