Carlos Hernández
Podría decirse que el guardameta es el ser más solitario en una cancha de futbol: todos los jugadores de campo pueden equivocarse una o más veces, pero el arquero se viste de villano al primer error.
Y Alfredo Saldívar, quien había sido héroe a mediados de la semana, en el partido definitivo ante el América cometió tres yerros imperdonables.
Justo en el momento en el que más lo necesitaba su equipo, El Pollo fue víctima de los nervios propios de una semifinal y tuvo el peor partido de su vida, precisamente al cumplir 100 cotejos en la primera división.
El canterano de los Pumas se equivocó en el 1-0, cuando el balón le pasó por abajo del cuerpo, en lo que llaman el “puente trágico”; volvió a fallar en el 3-1 al dar un mal pase y la última palada de tierra al ataúd fue en el 6-1, al cometer inocente penal que le dio cifras definitivas al marcador.
Tres errores fatales que podrían marcar su carrera, cuando ya muchos le augurábamos un futuro promisorio en su incipiente carrera.
Cualidades tiene, de eso no hay duda, pero esta vez lo traicionaron sus nervios y es muy difícil que cualquier equipo se reponga de dos errores de ese tamaño en la primera media hora de juego.
Pero Saldívar no fue el único que se equivocó.
El técnico David Patiño no aprendió la lección del primer duelo y mantuvo a Víctor Malcorra como lateral izquierdo, mientras que el defensa Alejandro Arribas falló en el juego por alto, que se supone es su especialidad.
El resto de los universitarios se perdieron, se apagaron y ni siquiera pudieron sacar la garra que debe caracterizar a cualquiera que porte ese Puma en el pecho.
Si en el partido en CU las Águilas fueron precavidas en exceso, en el Azteca sacaron todo su arsenal ofensivo y no tuvieron piedad de uno de sus grandes rivales.
Como equipo, el América tuvo una actuación redonda, pero en el aspecto individual destacaron el joven Diego Lainez y Guido Rodríguez, que ambos coronaron con sendos goles.
Después del empate en el México 68 la serie se vislumbraba abierta, cerrada, sin claro favorito, pero las circunstancias futboleras fueron inclinando la balanza para una humillación histórica que será muy difícil de olvidar para unos aficionados Pumas que andaban muy ilusionados con su escuadra.
La revancha, cinco años después
En el otro duelo semifinal, Cruz Azul apenas realizó lo mínimo para calificar.
El equipo de Pedro Caixinha salió con la idea de que sólo necesitaba ganar por la mínima diferencia para empatar el marcador global y así avanzar por mejor posición en la tabla.
Esta Máquina es calculadora, ya que consiguió el 1-0 que necesitaba y después se encerró atrás de un muro de cemento.
Esta vez, además, se benefició con la lesión de Rodolfo Pizarro, quien había sido el mejor elemento de los Rayados. También tuvo a su favor que el argentino Marcelo Barovero le puso mantequilla a sus guantes y le salió lo verde cuando ya es un veterano de mil batallas.
La campaña pasada los regios corrieron a Hugo González porque errores graves del portero le costaron la eliminación. Hicieron intercambio con Necaxa por Barovero, quien durante todo el torneo se mostró sólido, confiable, y vino a fallar cuando su equipo más lo requería.
Trapito Barovero tuvo un buen torneo, pero se equivocó en el duelo definitivo y también se convirtió en villano.
El partido Cruz Azul-Monterrey en el Azteca tuvo momentos dramáticos, pero quedó la impresión que al técnico Diego Alonso le quedó grande el equipo.
Por la calidad individual de los Rayados, se esperaba que opusieran mayor resistencia, pero los regios se murieron con muy poquito, casi sin inquietar la meta de Jesús Corona.
Después de aquella memorable final de hace 5 años –con ese increíble gol de Moisés Muñoz–, los Cementeros tienen la gran oportunidad de cobrar revancha… o de seguir sufriendo la paternidad americanista.
No hay mejor panorama del Cruz Azul para romper su racha de 21 años sin título de liga: ante su odiado rival y en la cancha donde brilló en la década de los 70.
La disputa por el título se presenta muy interesante: se enfrentan dos grandes del futbol mexicano, los que fueron mejores en esta campaña y mientras el América es la mejor ofensiva, el Cruz Azul es la mejor defensa.
Sin duda, el aficionado será el ganador.
River confirma superioridad
River Plate hizo valer su calidad y se impuso en tiempos extras por 3-1 al Boca Juniors, en lo que se llamó la final de la Copa Conquistadores de América (antes llamada Libertadores).
Fue un partido recio, sin brillo, propio de una final entre dos equipos que no regalan un centímetro de cancha.
Esta vez la calidad estuvo en el palco, con Lionel Messi como espectador de lujo.
Tata Martino llega como campeón
El timonel argentino Gerardo Martino se coronó con el Atlanta en la MLS y llegará como monarca para tomar las riendas de la selección nacional.
Lupita González y la carne
La carne de res y pollo que consumimos los mexicanos está llena de esteroides anabólicos. En la gente común no lo notamos, pero esta vez la víctima fue la marchista Lupita González, quien corre el riesgo de ser sancionada cuatro años.
El boxeador Canelo Álvarez y varios futbolistas también han dado positivo por este motivo, pero en realidad se trata de un grave problema de salud para los mexicanos.