Agencias, Ciudad de México.- El Tour de Francia 2025 ya conoce su recorrido. La prueba ciclista más prestigiosa del mundo presentó su trazado en un acto celebrado en París y conducido por Marion Rousse y Christian Prudhomme.
El Tour de Francia tendrá una mirada más local el próximo año.
“Ni un milímetro del Tour de Francia 2025 discurrirá fuera de Francia”, asegura el director de la carrera, Christian Prudhomme, en el anuncio del recorrido de la próxima edición, que huye del llano, se aferra a la media montaña y reduce los sprints, además de rendir homenaje a los grandes campeones galos.
Después de tres ediciones de inicio fuera de sus fronteras, Copenhague, Bilbao y Florencia, y un año antes de que comience en Barcelona, el Tour de Francia ha querido asentar sus bases en Francia, por primera vez desde 2020.
La próxima edición tendrá la salida en Lille el 5 de julio y la meta en los Campos Elíseos el 27 de julio del 2025, medio siglo después de la primera vez que la avenida sirviera de decorado al podio final y tras el “exilio” del año pasado a Niza para dejar paso a los Juegos Olímpicos.
Entre medias, 3,320 kilómetros, algo menos de la media, seis etapas de media montaña, cinco en alto, con travesía del Macizo Central, Pirineos y Alpes, dos contrarrelojes, una de altitud en Peyragudes, y multitud de pequeñas cotas diseminadas a lo largo del recorrido para evitar el tedio del llano.
“No es que no queramos que ganen los esprinters, pero queremos que sus equipos se lo trabajen, que las etapas no estén escritas por adelantado”, explica Prudhomme, atenazado por el aburrimiento de varias jornadas de la última edición.
Sus equipos han buscado “la más mínima cota que hay sobre la geografía francesa” para dar picante a la travesía del país, desde el norte al noroeste, Bretaña y Normandía, para dirigirse luego al centro, bajar a Pirineos y poner rumbo a los Alpes.
Tras una inusual meta fuera de París en julio pasado, la carrera más importante del ciclismo de ruta volverá a lo básico en el 2025. Se dio a conocer que la primera semana será prácticamente plana, seguido de varios ascensos en las últimas 10 etapas que abrirán el camino a una batalla entre el campeón defensor Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard.
“Jonas Vingegaard no pudo estar hoy aquí, pero me imagino que se sentirá satisfecho con la ruta”, indicó Grischa Niermann, líder de Visma-Lease a Bike, equipo con el que compite Vingegaard. “Peor lo mismo seguramente va para otros ciclistas como Tadej Pogacar, Primoz Roglic y Remco Evenepoel”.
Después de que el Tour comenzó fuera de Francia tres ediciones consecutivas, la edición 2025 será completamente francesa y los ciclistas no tendrán que salir de la frontera.
La competencia iniciará el 5 de julio en la ciudad de Lille y se quedará en el norte de Francia tres etapas. El pelotón entonces se dirigirá al sur, vía Bretaña y el llamado Macizo Central.
Los ciclistas tendrán que lidiar con una segunda contrarreloj en los montes Pirineos y en la última semana la carrera incluirá tres finales en ascenso en el Monteo Ventoux, Col de la Loze —el punto más alto de la carrera a 2,304 metros.
El Monte Ventoux, un agotador ascenso en el que falleció el británico Tom Simpson en 1967, promete poner a prueba las agotadas piernas de los ciclistas durante la 16ma etapa. Ventoux es un gigantesco terreno lunar de piedras en Provence. El filósofo francés Roland Barthes lo llamó un “un dios del mal”.
La edición 2024 terminó fuera de París por primera vez desde 1905 debido a que coincidiría con los Juegos Olímpicos y por lo que terminó en Niza.
Una “falsa sensación de llano”, que describe el patrón del Tour de Francia, con “trampas” en Boulogne desde la segunda jornada, o Ruán en la cuarta, una crono llana de 33 kilómetros en la quinta en Caen, finales escarpados los dos días siguientes en Normandía y en el ya clásico Muro de Bretaña, y la cita con el Mont-Doré, culminación de hasta siete cotas valederas para el premio de la montaña.
De camino, rendirán homenaje a Jacques Anquetil con una meta en Ruán, donde vivía y donde murió en 198,; la travesía de Yffiniac, donde nació Bernard Hinault o un inicio de etapa en Saint-Méen-le-Grand, donde vio la luz Louison Bobet, el primer ciclista en ganar tres Tour de Francia, del que se cumplirá el año próximo el centenario de su nacimiento.
Tras el descanso en Toulouse, una nueva jornada accidentada dejará al pelotón en Pirineos, con un primer final en Hautacam, con sus 13.6 kilómetros al 7.8% tras haber ascendido el Soulor y el Bordéres.
Seguirá la cronoescalada al altipuerto de Peyragudes, 11 kilómetros de jornada de los que 8 son de ascenso al 7.9%, con el terrible final al 16 %.
Y de postre la llegada a Superbagnères, que el Tour de Francia no ascendía desde 1989, cuando Pedro Delgado se reenganchó a la general en una edición que comenzó con el retraso acumulado en Luxemburgo, y que será esta vez el punto culminante de un día con ascensos al Tourmalet, el Aspin y Peyresourde.
La transición hacia los Alpes, con un segundo reposo en Montpellier, pasará por el Mont Ventoux, de nuevo meta de una jornada por vez primera desde 2013, después de que en 2016 el fuerte viendo en la cumbre obligara a recortar el trayecto en una edición marcada por la alta afluencia de público que provocó caídas, incluida la del británico Chris Froome que con el maillot amarillo no dudó en lanzarse a la carrera pedestre en busca de la cima.
Vendrán después tres jornadas alpinas con dos finales en alto, empezando por el ya mítico Col de la Lòze, calificado por Prudhomme como “una cima del siglo XXI”, que se ascenderá por tercera vez desde su ‘descubrimiento’ en 2020, pero en esta ocasión por la otra vertiente, “igual de irregular, igual de dura pero algo más corta”, 26.2 kilómetros al 6.5% de desnivel, tras haber ascendido el Glandon y la Madeleine.
La alta montaña se despedirá en la etapa 19, dos días antes de la llegada a los Campos Elíseos, con una meta en La Plagne y sus 19.1 kilómetros al 7.2% de desnivel, que la carrera no visitaba desde la victoria de Lance Armstrong en 2002 y donde tienen también grabado su nombre Delgado, en 1987, y Miguel Indurain en 1995.
Una etapa de media montaña con final en Pontarlier, un último guiño a los “aventureros de la carrera”, llevará al pelotón hasta el paseo triunfal del ganador por los Campos Elíseos. Otro guiño a un campeón galo, Bernard Thevenet, el primero en ganar en esa meta hace 50 años.
Debido a razones de logística y seguridad, la final francesa no recibió la tradicional última etapa del Tour en Champs-Elysees. La famosa avenida está de vuelta en el programa y será sede de la etapa final por 50ma ocasión para concluir la competencia de 3,320 kilómetros.
La carrera de mujeres iniciará el 26 de julio del 2025 en Vannes en Bretaña. Con nueve etapas a lo largo d 1,165 kilómetros, la cuarta edición de la carrera también pasará por el Macizo Central y los Alpes con ascensos en el Col de Joux-Plane y Col de la Madeleine.