Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- El ser humano no fue una especie adaptada para volar; sin embargo, con el paso del tiempo ha buscado la manera de elevarse por los aires. Con alas, globos, hélices, turbinas o cohetes ha tratado de domar los vientos, y ahora dos tapatíos encabezan un proyecto con el que buscan revolucionar la forma en que volamos.

Elías González Horn, ingeniero en mecatrónica, y Fidencio Tapia Rodríguez, doctor en aeronáutica y docente de la Universidad Panamericana, trabajan en el diseño de Akxo, un vehículo autónomo que permitirá el transporte de un pasajero por un trayecto de hasta 40 kilómetros, y que tendrá un tamaño menor a los 2.6 metros de diámetro.

El desarrollo de este proyecto surge como parte de la competencia Go Fly Prize, una iniciativa de la empresa Boeing, especializada en la fabricación de dispositivos para la industria aérea; la convocatoria plantea crear un vehículo personal para innovar en el traslado aéreo y hay cerca de 700 equipos de 30 países, pero solo uno de origen mexicano.

“El reto es crear un vehículo de traslado aéreo, con despegue y aterrizaje vertical, con autonomía de 20 millas náuticas, 37 kilómetros, que aproximadamente cubren cualquier traslado normal de una persona durante del día”, señala Elías González. La convocatoria también establece que el vehículo sea ecológico y no sea una fuente de ruido.

El equipo que desarrolla Akxo está conformado por 34 personas de seis ciudades de todo México, y entre sus filas cuentan con expertos en ingeniería, administración y diseño. Elías González menciona que con este proyecto también se busca posicionar al país en la escena aeronáutica.

Para construir este vehículo, el equipo adquiere tecnología comercial de última generación para complementar el diseño que elaboraron, esto con la finalidad de acortar la inversión de tiempo en el diseño de motores o piezas en específico. Los dispositivos que conforman su diseño original provienen de países como Alemania o Estados Unidos.

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h2>¿Cómo funcionaría?
El diseño de Akxo contempla una cabina central para un pasajero de no más de 91 kilos; el vehículo será autónomo y contará con un par de hélices que ayudarán al despegue en vertical; una vez alcanzada una altura de entre 300 y 500 metros, las hélices se moverán de manera horizontal para impulsar el vehículo.

El doctor Fidencio Tapia explica que se busca que Akxo sea un vehículo ecológico y que produzca una mínima cantidad de ruido, por lo que contará con baterías recargables con capacidad para realizar un vuelo de hasta 36 kilómetros por 20 minutos. El académico detalla que el dispositivo necesita una gran cantidad de energía con el despegue y aterrizaje, pero durante el trayecto en el aire destina una mínima cantidad de energía para el traslado.

Para evitar un riesgo durante su uso, el vehículo contará con un paracaídas con el que se garantizará que Akxo no caiga sin control al vacío, esta opción protegerá tanto al usuario como al dispositivo: “Si pasa algo, tienes que salvar a ambos, al pasajero y la nave, porque salvar la nave implica que evita que dañes a alguien más”, menciona Elías González.

El proyecto ya pasó la primera etapa del concurso, y se espera que a mediados de año los jueces califiquen el diseño y la funcionalidad de Akxo. Para acercarse a la victoria, el equipo ha implementado simulaciones sobre su diseño y también trabaja en la congregación de una empresa que concrete esta idea más allá del concurso.

“La primera fase fue a nivel conceptual, planos y dimensiones generales, básicamente; ahora estamos profundizando a nivel componente para pasar a la producción que comenzará en septiembre. Tenemos que trabajar en detallar lo mayor posible para ya empezar a fabricar, ensamblar y hacer todo lo que se necesite para empezar con las pruebas de vuelo en diciembre”, resalta Elías González.

El delicado sueño de ascender

La competencia plantea que los dispositivos como Akxo deben estar volando a finales de febrero del siguiente año en un concurso que también premiará al vehículo más pequeño, al más económico y al menos ruidoso. El equipo plantea que a inicios del siguiente año su vehículo ya contará con al menos cinco horas de vuelo como prueba de su funcionamiento.

Para impulsar su factor ecológico, el vehículo contará con cuatro motores eléctricos alimentados por baterías de litio y polímero. Tendrá también cuatro hélices y otras cuatro más enductadas, similares a las turbinas, que se encargarán del movimiento del dispositivo, que será recargable y está diseñado para estar en el aire hasta por 30 minutos ya con la reserva de energía.

Respecto al material del que esté hecho, Akxo estará elaborado de compuestos como plástico reforzado con fibra de carbono, aluminio de grado aeroespacial o incluso piezas de magnesio, detallan los diseñadores de este vehículo.

Fidencio Tapia destaca que el uso de estos materiales es porque son ligeros y facilitan el ascenso y se prevé que el dispositivo puede transportar a un pasajero de hasta 91 kilogramos.

Tanto Elías como Fidencio esperan que Akxo pueda servir como una pauta en los modelos de transporte de las ciudades. Ambos inventores coinciden en que proyectos como estos ayudarán a disminuir la huella de carbono por el uso de vehículos que usan combustibles fósiles y sería una alternativa en la industria de la aviación.

Ambos inventores se encuentran abiertos a colaboraciones y patrocinios para poder completar este producto. El doctor Fidencio Tapia recalca que la colaboración entre los interesados se da con mucho compromiso para elaborar Akxo, lo que se refleja en el trabajo que se realiza con los miembros del equipo alrededor de México, por lo que exhorta a los interesados a sumarse a este esfuerzo.

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