Redacción
Ciudad de México, 17 noviembre 2017.-Indígenas rarámuris (pies ligeros) demandaron hoy a las autoridades mexicanas protección para su población frente a la ocupación de territorios ancestrales por empresas y la explotación de la selva por narcotraficantes.
Más de 120 mil miembros de esta comunidad etnica viven en unos 63 mil kilómetros cuadros en la sierra de la Tarahumara, uno de los lugares más recónditos del departamento de Chihuahua, y donde el Estado mexicano tiene un control relativo.
Uno de los líderes identificados como Don Manuel dijo a la prensa que en la actualidad ‘sobreviven acorralados por los madereros y el narco que los despoja de su territorio por la fuerza’, con amenazas y crimines.
Solo en la primera mitad de 2017 ocurrieron 52 asesinatos y cientos de desplazamientos forzosos de indígenas en toda la sierra, agregó.
El sur de los territorios de los rarámuri pertenece a lo que se denomina el Triángulo Dorado, una zona montañosa que comprende a los estados de Durango, Sonora y Chihuahua, en cuyos vértices se concentran los mayores cultivos de marihuana y amapola (para la fabricación de heroína), en el país.
Isela González, coordinadora de la organización Alianza Sierra Madre, comentó que las comunidades indígenas se mantenían, hasta hace poco, ajenas a las luchas del narcotráfico por el control de la zona.
A partir del 2011, precisó, los grupos narcos se dividen e instalan en toda la Tarahumara y reclaman más tierras para el cultivo; por ello muchas familias se ven obligadas a abandonar sus ranchos.
Según la Consultoría Técnica Comunitaria, desde ese año hasta la fecha fueron perpetrados 337 homicidios.