Agencias/Ciudad de México.- Lo cierto es que actualmente, para un inversor novato que quiera entrar en la Bolsa, no hay muchas diferencias entre invertir en el mercado español o en el estadounidense. El primer paso será buscar un bróker a través del que comprar y vender las acciones, ya que los inversores no pueden acudir directamente al mercado, sino que necesitan tramitar las órdenes a través de un intermediario financiero autorizado.
Un bróker es, por tanto, una entidad financiera con licencia para ejecutar las órdenes de compra y venta de acciones de los inversores. A cambio, cobra comisiones por este servicio, si bien actualmente existen muchas entidades online con políticas de cero comisiones o cobros muy bajos.
Las plataformas online más populares son XTB, eToro, MyInvestor o DeGiro, entre otros. XTB, por ejemplo, ofrece acciones a cero euros de comisión hasta los 100,000 euros de valor nominal al mes, mientras que por encima de ese nivel estable una comisión del 0.2%, con un mínimo de 10 euros. eToro tiene una “política de cero comisiones” para sus usuarios con algunas excepciones. DeGiro cobra un euro por los costes de tramitación de la operación, ya se invierta en la Bolsa española o en Wall Street, mientras que MyInvestor cobra una comisión del 0.12% por compraventa.
Una opción más tradicional puede ser directamente acudir a un bróker bancario. Prácticamente todos los bancos ofrecen este servicio a sus clientes, aunque hay que tener en cuenta que las comisiones pueden ser superiores a las que cobran las plataformas online.
En todo caso, antes de abrir una cuenta de valores, es necesario pedir a la entidad, ya sea un bróker bancario o una plataforma online, que te entregue por escrito las tarifas que realmente te va a aplicar.
Los inversores novatos deben tener en cuenta asimismo siempre que el principal riesgo de la bolsa es la incertidumbre sobre sus rendimientos. El valor de las acciones puede subir o bajar con respecto a su valor de compra, por lo que es posible no conseguir la rentabilidad esperada e incluso perder la totalidad de la inversión.
Los ETF, alternativas a las acciones
Aunque las acciones son el activo más negociado en las bolsas, también existe la opción de entrar en el mercado a través de los denominados ETF (Exchange Trade Fund, de sus siglas en inglés) o fondos cotizados. Se trata de activos compuestos por carteras equilibradas de valores y activos que incluyen acciones aunque también pueden incluir bonos, materias primas, divisas o índices.
Al igual que las acciones, los ETF pueden comprarse y venderse con una inversión mínima. La ventaja es que están diversificados ya desde un primer momento, mientras que la compraventa de acciones requiere saber equilibrar la cartera.