Agencias / Ciudad de México.- Un conjunto de pinturas al óleo, piezas a lápiz, tinta china y al carbón, así como bocetos de murales, videos, documentos y fotografías dan forma a la exposición retrospectiva “Aurora Reyes: Una vida en el arte 1908-1985” que se exhibe en el Museo de la Ciudad de México.
Aurora Reyes fue pintora, activista y poeta posrevolucionaria nacida en Hidalgo de Parral, Chihuahua, el 9 de septiembre de 1908. Fue sobrina del escritor Alfonso Reyes y nieta del general porfirista Bernardo Reyes.
Es considerada la primera muralista mexicana que luchó por las garantías individuales y por el derecho al voto de la mujer y la obtención de cargos públicos.
Entre sus obras destacadas está el mural de 325 metros cuadrados, “Trayectoria de la Cultura en México”, que realizó en el Auditorio 15 de Mayo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
La retrospectiva en el Museo de la Ciudad cuenta con una pintura al óleo de dicho mural, en la que la artista retrató a destacadas figuras como a Eulalia Guzmán, Diego Rivera, José Guadalupe Posadas y Sor Juana Inés de la Cruz para reflejar la historia de México en tres periodos: prehispánico, colonial y moderno.
Otro de los murales importantes que creó Reyes y del cual se exhibe un boceto en la instalación es “El Primer Encuentro”, ubicado en el Salón de Cabildos de la alcaldía Coyoacán. Esta fue la última obra de la muralista que realizó de 1977 a 1978 con la participación de Antonio Pujol y Tatiana Popoca.
Esta pieza retrata el momento histórico en el que Hernán Cortés y sus hombres tuvieron el primer acercamiento con el Imperio Azteca. Además muestra una gran variedad de elementos gráficos que permiten imaginar aquella escena.
“Atentado a las maestras rurales” es otro boceto que está presente en la exhibición. Se trata del primer mural que Aurora realizó en el vestíbulo del Centro Escolar Revolución; es una obra que habla sobre la opresión y busca erradicar la educación religiosa.
Aurora Reyes fue además una gran retratista a quien le gustaba plasmar los rostros de sus amigos, principalmente mujeres, y de aquellos que formaban parte de su vida. Decía que “retratar el rostro es revelar el alma de la persona y también de la historia”.
Frida Kahlo, a quien le dedicó varias de sus obras, fue su amiga desde 1921 tras mudarse de su lugar de origen por acontecimientos como La Decena Trágica y la muerte de su abuelo.
En sus retratos trazó la defensa de los menos favorecidos y la problemática de los pobres, como lo que se puede ver en el óleo “Niño enfermo”.Además de su amor por la pintura, también escribió poemas, realizó grabados e ilustró libros propios y ajenos, además se desempeñó como docente. Sus obras fueron expuestas en Francia, Cuba, México y Estados Unidos.
En la exposición, que estará abierta al público hasta el 28 de abril, se encuentran un total de 158 piezas, además de algunos artículos escritos sobre Aurora que destacan su trabajo y obras poéticas.
De acuerdo con datos expuestos en el museo, la artista fungió también como lideresa del grupo de mujeres feministas denominadas “Las Pavorosas”, quienes lucharon por el derecho de la mujer al voto y a la obtención de cargos públicos.
Fue en 1936 cuando ingresó a la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios, después fue representante de la Unión de Profesores de Artes Plásticas del entonces Distrito Federal y del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de la República Mexicana.
En 1941 fue elegida secretaria de la Mesa Directiva de la Tribuna de México y presidenta de ésta en 1946.
El legado de Aurora Reyes perdura hasta nuestros días, ya que juega un papel importante en la historia del arte mexicano y ha dejado huella con colecciones que ahora pertenecen a sus nietos Héctor y Ernesto Godoy, así como a su amigo cercano, el poeta Roberto López Moreno.