Agencias/Ciudad de México.- El visionario director y creador de criaturas Guillermo del Toro tuvo en el año 2013 la oportunidad de dar vida a los kaiju en la pantalla grande, en una película donde luchan contra robots gigantes de todas las formas y colores que se conocen con el nombre de Jaegers.

Titanes del Pacífico se enfoca en cómo una gran cantidad de esas criaturas sale del mar y se inicia una guerra entre ellas y los humanos que dura varios años y ocasiona terribles pérdidas. Como un intento de frenar a los kaiju, entran en escena los Jaegers, robots que son pilotados por dos personas que están unidas por un puente neural.

Como último recurso de la humanidad frente al apocalipsis, aparecen dos héroes inesperados: un ex piloto interpretado por Charlie Hunnam y una aprendiz que aún no ha podido demostrar de qué está hecha en realidad, interpretada por Rinko Kikuchi.

La humanidad pone en ellos su esperanza, mientras intentan traer a un mítico Jaeger del pasado. Este filme cautivó al público tanto que luego tuvo una secuela que fue protagonizada por John Boyega, que por cierto no sucedió como el público se la hubiese imaginado, y una serie animada en Netflix, la cual está llena de referencias a la película original.

Durante algún tiempo, una secuela de la película de 2013 estuvo en desarrollo con el mismo director, pero los planes cambiaron y el futuro de la franquicia estaba en duda. Guillermo del Toro aparentemente quiso que existiera y tenía ideas sumamente interesantes, pero esto no dio frutos.

El cineasta mexicano trabajó en la secuela y tenía la intención de dirigir, pero debido a conflictos con otros trabajos, tuvo que dar un paso atrás y quedarse con el papel de productor de la película. La historia cambió mucho desde su versión original y lo que al final llegó a la pantalla grande no fue lo que él iba a hacer.

Muchos se preguntan cómo era una Pacific Rim 2 original. Paul Austerberry, el diseñador de producción que trabajó con Guillermo del Toro durante su tiempo en la película, explicó qué iba a tener la historia de la segunda parte (vía Slash Film):

“Y luego, por supuesto, terminamos en la costa oeste, creo que era San Francisco donde íbamos a terminar. San Francisco, donde se desarrollan tantas películas de desastres. Íbamos a destruirlo con la gran gran batalla entre los kaiju y los grandes robots, así que iba a ser bastante emocionante. Así que sí, ¿me decepcionó que no lo hiciéramos? Por supuesto que lo estaba, hubiera sido una película gigante divertida en la que trabajar”.

Ha pasado una década desde que se estrenó Pacific Rim y hasta ahora ninguna película ha llenado el espacio que dejó este blockbuster. Su mezcla de historias originales, en lugar de explotar una propiedad desconocida, además de su homenaje al mecha y las películas de kaiju fueron material suficiente para que muchos quieran vivir en este mundo tan bellamente construido por Del Toro.

La película que llegó a la pantalla en 2013 no tenía indicios de que habría una secuela porque terminaba de manera concluyente y satisfactoria. Sin embargo, el director plantó un detalle en caso de continuar.

Esto fue lo que dijo en una entrevista con Bleeding Cool en ese entonces:

“Hubo una línea que eliminé de la película que volverá si hago una segunda película. Newt explicó que los Kaiju no son organismos a base de carbono como los humanos, sino a base de silicio. La única parte que dejé fuera de su explicación es que tienen una mentalidad de colmena, lo que significa que si te “deslizas” con un cerebro de Kaiju, estás a la deriva con todos los Kaiju vivos.

Dependiendo de la duración de la conexión, la información puede ser completa o incompleta, pero los Kaiju saben todo lo que saben los humanos que se desplazan con ellos. Eso es todo lo que puedo decirte sin estropear la secuela. Bueno, eso es siempre que haya una secuela; si no hay una, lo prometo, contaré todo”.

La película no tuvo la recaudación que obtendría uno de los títulos más exitosos del Universo Cinematográfico de Marvel, por ejemplo, pero igual tuvo un éxito moderado en su paso por los cines al obtener US$441 millones a partir de un presupuesto de US$190 millones. De cualquier manera tuvo una secuela, pero con Uprising se perdió toda la magia de ese mundo creado por Guillermo del Toro que hubiera valido la pena ver en una secuela.

Hay muchas cosas que nunca pudimos ver en la nueva historia, pero algo que sin duda llama la atención es conocer que el cineasta había preparado varios finales distintos para la película original, que de seguro tenían influencia en el camino que iba a recorrer en una próxima entrega. Algunos de ellos funcionaban mejor que otros, pero hay de todo un poco por razones que él mismo explicó.

“Cuando estaba trabajando en la película, teníamos tres o cuatro versiones diferentes de la relación entre Charlie y Rinko porque quería ver si podía hacer una historia sobre dos personas que se gustan sin tener que terminar en un beso.

Entonces, cuando filmé el final, filmamos tres versiones. Nunca había hecho esto antes, pero instintivamente pensé que deberíamos hacer tres versiones. Hicimos una versión en la que se besan y casi se sintió raro. Son buenos amigos, son amigos, buenos colegas. Pero lo que quedó en la película es la pista de que puede haber una historia de amor algún día, pero aún no está allí. Tal vez en la secuela, tal vez… si se hace”.

Esa declaración obtenida por Badass Digest era una de las pocas confirmaciones de los múltiples finales de Titanes del Pacífico, pero saber mucho más de ellos es en definitiva interesante. Del Toro planteó un final donde los pilotos protagonistas se besan, uno donde no se besan con la intención de mostrar más amistad y compañerismo, y un tercer final del que nunca ha comentado algo hasta ahora.

La historia de Mako y Raleigh bien puede ser platónica y ser igual de cautivadora, mientras que lo obvio hubiese sido que se besen. Al final, el cineasta apostó por uno donde están esperando ser rescatados y juntan sus cabezas hasta quedar en una abrazo.

Inmediatamente después del estreno de Pacific Rim Del Toro comenzó a trabajar a su secuela con el escritor Zak Penn, y cuando la idea se puso en marcha en 2016, el mexicano ya no era parte del proyector por una especie de burocracia hollywoodense. Mientras que la película original fue una coproducción entre Legendary y Warner Bros, Uprising se desarrolló bajo el amparo de nuevo acuerdo con Universal y todas las ideas planteadas por Del Toro fueron olvidadas.

Titanes del Pacífico podrá no haber sido un mega éxito en la taquilla, pero es una de las película más queridas de este director y ha levantado tal pasión entre sus fans hasta el punto de estar muy cerca de convertirse en película de culto si es que no lo es ya.

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