Agencias/Ciudad de México.- El Juez Brian Cogan, que preside el proceso por narcotráfico contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, decidió excluir el testimonio del narcotraficante Tirso Martínez Sánchez, alias “El Futbolista”, presentado el martes por la Fiscalía y que el magistrado calificó de “rumor” y de “pérdida de tiempo”.
Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, se identificó como la persona encargada del envío de cocaína del Cártel de Sinaloa a Estados Unidos por tren, desde México, a tres ciudades estadounidenses.
La Fiscalía esperaba incidir a través de este testigo en que García Luna cooperaba de manera habitual con la banda criminal y que se encontraba disponible para ser contactado por distintos miembros.
Estaba previsto que este miércoles Martínez contara que dos socios suyos, identificados como Jorge y Anselmo, le ofrecieron en un momento la posibilidad de hablar con García Luna para pagarle sobornos con el objetivo de garantizar la seguridad de los cargamentos de droga durante su paso por territorio mexicano.
Asimismo, declararía que lo tranquilizaron asegurándole que toda la Policía estaba comprada, incluido el exministro de Seguridad Pública.
“Teniendo en cuenta que no sabemos los nombres completos de Jorge o Anselmo, o si estos son sus nombres reales, la Corte no permitirá que el jurado escuche lo que equivale a un rumor de culpabilidad del acusado”, sentenció el juez Cogan en un escrito.
Además, el magistrado dio la razón a la defensa, que se había quejado de que los hechos que relataba el testigo se remontaban a los años noventa hasta 2000 y “quizá” 2001, cuando García Luna está imputado por delitos supuestamente cometidos entre 2001 y 2012.
En este sentido, incidió en su decisión de descartar el testimonio de Tirso Martínez y lo describió como “un acontecimiento secundario y una pérdida de tiempo”.
El proceso contra García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), inició el lunes con los alegatos iniciales de la Fiscalía y la defensa y el testimonio del narco Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, que aseguró que presenció, a partir de 2001, el pago de sobornos al exsecretario mexicano a cambio de su ayuda a los narcos en su negocio y en la lucha contra clanes rivales.
Los abogados de García Luna centran su defensa en que la Fiscalía no tiene pruebas “objetivas” como videos, fotografías, documentos o grabaciones y en que ha construido el caso sobre “rumores” y declaraciones de criminales y asesinos que han aceptado testificar en busca de una reducción de sus condenas.
Ayer, Martínez, testigo cooperante de la Fiscalía, fue presentado como el encargado del envío de cocaína del cártel de Sinaloa a Estados Unidos por tren desde México a tres ciudades estadounidenses.
Subió al estrado después de que el narco Sergio Villarreal Barragán, alias ‘El Grande’, asegurara que presenció a partir de 2001 el pago de sobornos al exsecretario mexicano a cambio de su ayuda a los narcos en su negocio y en la lucha contra clanes rivales.
Durante el testimonio de ayer, Martínez, a preguntas del fiscal Philip Pilmar, explicó el funcionamiento del tráfico de cocaína a través de trenes de cargo desde la Ciudad de México a Los Ángeles (California), Chicago (Illinois) y Nueva York, pero no hizo ninguna mención al acusado.
Tras la retirada del jurado y del testigo, el fiscal explicó que espera que Martínez testifique que uno de los narcos del Cártel de Sinaloa con los que trabajaba, identificado como Jorge, le ofreció ponerle en contacto con García Luna para pagarle sobornos y así asegurarse de que sus cargamentos de droga escondidos en grandes depósitos de aceite transportados por tren no serían registrados.
Interrogado por Cogan, Pilmar agregó que pretendía con ello mostrar que García Luna no solo no era un enemigo del Cártel, sino alguien que estaba disponible en cualquier momento para ayudar a cambio de dinero.
La defensa de García Luna también protestó contra la presentación de este testigo ya que los hechos a los que se podría referir ocurrieron en los años 90 y en 2000 o 2001, cuando los supuestos crímenes por los que está siendo juzgado el exministro mexicano son los comprendidos entre 2001 y 2012.