Agencias/InsurgentePress/ Buenos Aires.- Envuelto en una serie de escándalos y denuncias por corrupción en su contra y con la crisis social agudizada en extremo, el Presidente Mauricio Macri creó en el ámbito de la cancillería argentina, la “Unidad de Gestión para el Apoyo a la Reconstrucción de Venezuela”, cuya misión será “colaborar y acompañar en la ayuda humanitaria para atender las necesidades de esa nación inmersa en una batalla política por el poder.
Esto de acuerdo al comunicado oficial del ministerio de Relaciones Exteriores donde se especifica que este país junto con los Estados miembro del Grupo de Lima, apoya la “Hoja de Ruta” presentada por la Asamblea Nacional venezolana “y por el presidente Encargado, Juan Guaidó, y esta instancia de coordinación contribuirá a la implementación de aportes o ayuda que se originen en nuestro país”.
Por otra parte, señaló que esta Unidad de Gestión recopilará y sistematizará información “sobre las necesidades humanitarias en aquel país, como así también los requerimientos y necesidades de infraestructura y fortalecimiento institucional”.
Además junto a Cascos Blancos de Argentina -enviados a principios de 2018 a Cúcuta frontera de Colombia con Venezuela sin autorización del Congreso- coordinará la recepción, administración y envío de donaciones y/o otra asistencia humanitaria, facilitando la participación de entidades argentinas (empresas, instituciones académicas, ONGs, entre otras) en distintas tareas como iniciativas de cooperación, capacitación y asistencia en temas de derechos humanos, educación, etc”.
Esta Unidad trabajará dentro de Cancillería, en el ámbito de la Subsecretaría de Relaciones Institucionales y Diplomacia Pública, en colaboración con las Subsecretarías de Asuntos de América y de Relaciones Económicas Internacionales. Advierten que esto no demandará gastos adicionales , pero la nota oficial repercutió negativamente en sectores políticos de la oposición, que repudiaron la “injerencia indebida de Argentina en un país hermano, obedeciendo a las órdenes de Washington” como señala un comunicado de Frente en Ddefensa de la soberanía en América Latina.
Movimientos sociales, políticos, humanitarios de diversos sectores opositores repudiaron hoy también la represión brutal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y otras fuerzas de Seguridad contra un grupo de Pequeños Productores del campo, que intentaron instalar una feria popular en Plaza Constitución.
Los productores, que varias veces han regalado verduras a la población afectada por la inflación se ha disparado sumando alrededor de un 50 por ciento anual, piden desde hace tiempo al gobierno de Cambiemos en la ciudad que se les permita vender sus productos a un precio ínfimo a centenares de vecinos como los que hoy se agruparon a esperar la llegada de los camiones cargados con verduras.
Con la excusa de que “dejarían sucia la plaza” la Policía de la Ciudad arremetió contra los integrantes de la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) que intentaron realizar lo que llaman un “feriazo” como una protesta contra el hambre que padecen millones de personas en el país.
En una acción represiva incomprensible para los azorados vecinos los policías dispararon con balas de goma como advertencia, golpearon a los productores, les arrojaron gas pimienta y secuestraron cajones de verduras que iban a ser repartidos.
Pero también en un gesto nunca visto en el país rociaron con gas pimienta las verduras y frutas que se caían de los cajones y que la gente desesperada quería recoger.
Entre el llanto de mujeres con niños, que habían llegado con la intención de llevar algo de comida a sus casas, camionetas de la municipalidad se llevaron los cajones de verduras y frutas.
“Nos han quitado la comida de la boca. Nunca nos había sucedido esto” eran los gritos que surgían entre el humo de los gases y algunos comenzaron a cantar “Macri basura, vos sos la dictadura”.
Por las redes sociales y en llamados a algunos medios la protesta no se hizo esperar. Los dirigentes de los productores explicaron que llevó mucho tiempo trabajar la tierra y esperar que crecieran las verduras y las frutas, trabajo que hacen en condiciones muy precarias ante la insensibilidad del gobierno, la falta de créditos y la imposibilidad de continuar pagando los altísimos impuestos, que siguen aumentando cada día.
También se refirieron a los intermediarios que les compran a precios bajísimos y luego en los mercados el aumento suma entre 300 y 500 por ciento de cada producto.
“El cerco del hambre se está cerrando para miles de argentinos”, dijeron los productores resultaron lesionados. Fue una de las escenas más dolorosas de las protestas de los últimos días.
