febrero 25, 2021

Disney y su lucha contra el racismo desapercibido

“La corrección política ha llegado a las películas clásicas para niños”

Por Eros Ortega Ramos/Ciudad de México.- En el mes de junio de 2020, la plataforma de streaming “HBO Max” retiró de su catálogo de contenido el largometraje de 1939 (sí; 1939) y ganador del premio Óscar a la mejor película “Lo que el viento se llevó”, ya que ofrecía “una visión idealizada de la esclavitud desde el punto de vista de los blancos de las grandes plantaciones del sur de Estados Unidos” (Lavozdegalicia, 10/VI/20). 

Y ahora, a inicios del 2021, el discurso de la -inclusión social- (aunque sea forzada) y del -no racismo- (aunque se trate de dibujos animados del siglo pasado) ha llegado hasta las películas clásicas de Disney dirigidas hacia el público infantil, ya que algunas de estas han sido retiradas de forma definitiva de la nueva, pero ya afamada plataforma streaming que trajo “The Mandalorian” por mostrar estereotipos y contenidos fuertemente racistas. Es así como largometrajes de la talla de “Dumbo”, “Los aristogatos” o “Peter Pan” únicamente se encontrarán disponibles en el catálogo para adultos, y no es por su alto contenido erótico como se podría llegar a suponer, sino por sus perversos, dañinos y vergonzosos estereotipos que, de acuerdo con la plataforma: “estaban mal entonces y están mal ahora”.  

Ya desde el mes de octubre del año pasado, Disney había incluido algunas advertencias para sus espectadores en determinadas películas como “El libro de la selva”, advirtiendo de las impactantes referencias racistas que sus películas antiguas podían llegar a tener, esto con la finalidad, creo yo, de que dicho impacto para los padres al encontrar semejantes apologías al racismo y al discurso de odio fuera mucho menor para ellos. Dichas advertencias, al igual que las restricciones de edad, aparecen al iniciar la reproducción del contenido. La explicación de la empresa se muestra a continuación: 

“Estos estereotipos estaban equivocados entonces y lo están ahora. En lugar de eliminar este contenido, queremos reconocer su impacto dañino, aprender de él y generar conversaciones para crear juntos un futuro más inclusivo […] Disney tiene un compromiso para crear historias con temas inspiradores que reflejen la rica diversidad de la experiencia humana en todo el mundo” (ABC, 27/I/21). 

En el caso de la película “Dumbo”, por ejemplo, hay una escena en donde se ve a un grupo de cuervos sorprendidos liderados por un personaje de nombre “Jim Crow”, catalogado antiguamente como un término peyorativo utilizado para insultar a las personas de raza negra en los Estados Unidos. Estos mismos cuervos, representados con una animación caricaturesca e inevitablemente antropomórfica, de acuerdo con Disney, refuerzan actualmente estereotipos representativos de los afroamericanos. Una imagen de estos cuervos racistas se muestra a continuación: 

Fuente: La Voz de Galicia

¿Se da cuenta de la tremenda burla que estos cuervos sinvergüenzas representan para los afroamericanos? ¡Pero si son idénticos! Inclusive, si analizamos más a fondo el contenido del elefante de las orejas grandes, podríamos argumentar que representa actualmente una forma de discriminación hacia aquellas personas con orejas voluminosas; una burla brutal que, por el bien de ese sector de personas vulnerables, tendría que incentivar a que el animal sea representado actualmente con sus orejas un poco más pequeñas para evitar herir susceptibilidades por parte de ese público. Digo, con la tecnología de punta que actualmente se utiliza en el cine, no creo que sea mucho pedir que con ayuda de los efectos especiales se reduzcan esas orejas de la ignominia: 

 

Fuente: Libertad Digital

¡Vea usted nada más esa cara de burla! Claramente se podría interpretar con la imagen que aquella mirada maquiavélica de Dumbo se debía a que el director quería que él junto con sus amigos, los cuervos racistas, reforzaran en los niños el estereotipo de inferioridad del cual los afroamericanos eran víctimas por allá de 1941.  

Dejando de lado el incómodo pero funcional sarcasmo para este tipo de críticas hacia la corrección política que ahora hasta en Disney es reproducida, la interrogante que planteo es: ¿Resulta válido criticar y censurar a una película de 1941 con los argumentos y las “deconstrucciones” que el discurso actual de la inclusión y el no racismo promueve? 

A mí me parece una completa equivocación. Estamos hablando de una época completamente distinta a la actual; con un discurso, un marco de valores, una moral, una idiosincrasia y un ARTE completamente diferentes. ¿Es tan difícil entender que los tiempos cambian? Por lo tanto, condenar a las obras artísticas del pasado con el lente o la óptica del presente es un desacierto descomunal. La censura se vuelve a disfrazar de progreso. 

Gracias por su lectura. 

Twitter: @erosuamero

Facebook: Eros Ortega Ramos

Correo electrónico: sociologia_uameros@hotmail.com

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