Agencias/ Ciudad de México.- Rusia dio un giro de 180 grados para evitar el impago, al realizar una serie de pagos de intereses atrasados en dólares sobre sus bonos en el extranjero, a pesar de haber prometido antes que sólo pagaría en rublos mientras sus reservas siguieran congeladas.
Los 40,000 millones de dólares de bonos internacionales de Rusia se han convertido en el centro de un juego de nervios tras las amplias sanciones occidentales, y es probable que las especulaciones sobre un default se reaviven en menos de cuatro semanas, cuando expire la licencia estadounidense que permite a Moscú realizar los pagos.
El Ministerio de Finanzas de Rusia dijo que había logrado pagar 564.8 millones de dólares en intereses de un eurobono a 2022 y 84.4 millones de dólares de otro bono a 2042 en dólares.
Un alto funcionario estadounidense confirmó que Moscú había realizado el pago sin utilizar las reservas congeladas en Estados Unidos, y añadió que el origen exacto de los fondos no estaba claro.
“No autorizamos ninguna transacción con los fondos inmovilizados en Estados Unidos”, dijo el funcionario.
Rusia dijo que había canalizado los fondos requeridos a la sucursal londinense del Citibank, uno de los “agentes pagadores” cuyo trabajo es desembolsarlos a los tenedores de bonos.
Citibank no quiso hacer comentarios.
“Los pagos se realizaron en la moneda de emisión de los correspondientes eurobonos: en dólares estadounidenses”, dijo el Ministerio de Finanzas ruso. “De este modo, se cumplen las obligaciones de servicio de los eurobonos soberanos”.
Dos tenedores de los bonos dijeron que aún no habían recibido los fondos, pero el proceso puede tardar días.
“No veo una razón por la que ellos (el agente pagador) no pueda realizar ese pago”, dijo Kaan Nazli, gestor de cartera del equipo de Deuda de Mercados Emergentes de Neuberger Berman, que posee bonos soberanos rusos.
El banco ruso Sberbank dijo a su vez que había pagado los cupones de dos emisiones de eurobonos subordinados en rublos porque las sanciones de Estados Unidos y Gran Bretaña le impidieron realizar los pagos a los inversores de acuerdo con sus compromisos iniciales.
Rusia no ha tenido un impago de ningún tipo desde la quiebra financiera de 1998 y no ha visto un default internacional o “externo” desde las secuelas de la revolución bolchevique de 1917.