Agencias/Ciudad de México.- Kevin De Bruyne tuvo un paso para el olvido en Stamford Bridge. José Mourinho lo relegó a un papel secundario con apenas nueve partidos disputados (0 goles y 1 asistencia) en medio año y después se fue a préstamo al Genk y al Werder Bremen. Tuvo que dejar Londres para marcharse a un Wolfsburgo donde se consolidó antes de llegar al Manchester City y desde que se convirtió en estrella y leyenda ‘celeste’ en el Etihad, el Chelsea se convirtió en su víctima favorita.

Cinco goles le ha metido KDB a su ex. Es un suplicio para el conjunto londinense por su físico, calidad… y efectividad. En el Etihad, en un choque cerrado como los últimos City-Chelsea, De Bruyne encontró el camino del triunfo y de la Premier. Tomó el balón lejos del área, dejó, con su potencia, a Kanté en el suelo en su carrera y encaró a la defensa, que no previó su tiro a la red.

Un tiro medido, ajustado, que Kepa no pudo parar. Un clásico de Messi y del belga. Una jugada estelar de De Bruyne que le regaló al City un triunfo (1-0) con el que se quitan a los ‘blues’ de en medio.

Aventajan en ¡13 puntos! al Chelsea, que es segundo, y en 14 al Liverpool, que tiene dos partidos menos. Los ‘citizens’ han impuesto un ritmo que no puede seguir nadie. Encadenan 12 victorias consecutivas en Premier. Demasiado para cualquiera. Y eso que, como siempre, tuvieron que sudar el triunfo ante el gigante londinense.

Los City-Chelsea son encuentros de resultados cortos desde que Tuchel llegó al Bridge hace un año. Sus duelos con Pep Guardiola son competidos hasta el infinito, pero no tienen el frenesí goleador de otros partidazos de la Premier. El guion es siempre el mismo: los ‘blues’ esperan y buscan golpear a la contra y los ‘cityzens’ monopolizan el balón hasta que encuentran una grieta en el muro londinense.

En los tres primeros Pep-TT, el City no derribó la muralla azul y la Champions terminó descansando en la sala de trofeos del Chelsea. Pero en esta Premier, los ‘sky blues’ han encontrado el camino al triunfo por partida doble. Un suplicio para el Chelsea.

El encuentro fue tan competitivo como falto de ocasiones. Cada equipo tuvo una por parte. En la primera, en un fallo de Kovacic, Grealish tuvo un mano a mano que le sacó Kepa con la pierna ‘a lo Casillas frente a Robben’. Y en la segunda, Lukaku se quedó delante de Ederson y el brasileño despejó su chut.

El City tocaba y no dejaba moverse a un Chelsea que esperó un error de su rival. No llegó ese fallo pero sí el gol local. De Bruyne cogió el balón y se inventó una diana que vale media Premier. Tuchel, sin sus porterías a cero (una en las últimas 10 jornadas), ha visto cómo se le escapa la opción de luchar por el título. Y Guardiola, que no contó con Dias, ha diseñado un conjunto sin fisuras. Un equipo campeón. A ver qué hace el Liverpool…

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