Agencias /Ciudad de México.- El demócrata Joe Biden ganó el lunes la votación del Colegio Electoral que determina formalmente la presidencia de Estados Unidos, lo que casi pone fin a la campaña del presidente Donald Trump para revertir su derrota en las elecciones del 3 de noviembre.
California, el estado más poblado del país, entregó sus 55 votos electorales a Biden el lunes por la tarde, poniendo oficialmente al exvicepresidente por encima de los 270 votos necesarios para asegurar la Casa Blanca. Según los resultados de noviembre, Biden obtuvo 306 votos electorales frente a los 232 del republicano Trump.
Más temprano en el día, varios estados importantes donde Trump ha intentado revertir el resultado sin éxito su suerte (Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin) también dieron por ganador a Biden, quien asumirá el cargo el 20 de enero junto con su compañera de fórmula Kamala Harris.
Tradicionalmente una formalidad, la votación del Colegio Electoral, programada para un lunes por la ley federal, asumió una importancia enorme debido a las afirmaciones infundadas de Trump de fraude generalizado.
Biden tenía contemplado dar un discurso en horario estelar el lunes -0030 GMT del martes- para celebrar el hecho y pedir a los estadounidenses que “pasen página” en la era Trump.
“La llama de la democracia se encendió en esta nación hace mucho tiempo”, se espera que diga Biden, según extractos publicados por su equipo de transición. “Y ahora sabemos que nada, ni siquiera una pandemia, o un abuso de poder, puede apagar esa llama”.
En algunos estados se reforzó la seguridad mientras los votantes se reunían en el día establecido por la ley federal. Los electores votaron con boletas de papel en encuentros que se llevaron a cabo en los 50 estados y el Distrito de Columbia, con mascarillas, distanciamiento social y otras precauciones por el virus a la orden del día. Los resultados serán enviados a Washington y contados el 6 de enero en una sesión conjunta del Congreso que presidirá el vicepresidente Mike Pence.
No había casi ninguna posibilidad de que la votación del lunes negara la victoria a Biden. Mientras fracasan los intentos legales de Trump de revertir los resultados, las vagas esperanzas del presidente de aferrarse al poder yacen ahora en persuadir al Congreso de que no acepte el voto electoral durante una sesión especial del 6 de enero, un esfuerzo que es prácticamente seguro que también será infructuoso.