Agencias/Foto- Formula 1/Ciudad de México.- Pocas veces una pole position ha sido tan valiosa como este domingo. La gran actuación de Max Verstappen en la qualy del GP de Bélgica le terminó otorgando la victoria en Spa-Francorchamps, aunque se repartió la mitad de puntos.

Se sabía que la lluvia iba a ser protagonista en la carrera pero no a un nivel tan alto, ya que hizo imposible llevar a cabo las acciones mientras los comisarios se tomaron todo el tiempo del mundo parar finalmente acabar la actividad con tres vueltas realizadas tras un safety car solo parar cumplir el reglamento y no aplazar.

Por su parte, Checo Pérez tuvo un despiste desde la vuelta de calentamiento, mismo que en principio lo dejó sin posibilidades de correr. Gracias a la lluvia y a la eterna espera, los mecánicos de Red Bull compusieron su RB16B y pudo saltar nuevamente al circuito desde pit lane, aunque con lo ocurrido no tuvo oportunidad de remontar posiciones y oficialmente finalizó en el puesto 20.

El Gran Premio más largo de la temporada fue frustrado por las inclemencias suscitadas en territorio belga. Los pilotos ya estaban listos parar la largada luego de que se retrasara la vuelta previa por 25 minutos. Todos los conductores se quejaron, sobre todo del spray, menos Verstappen, quien marchaba atrás del coche de seguridad. Al cabo de un par de vueltas se anunció la bandera roja que nunca terminó.

Ahí, comenzó el show de indecisiones de Michael Masi y su equipo. Todos opinaban pero nadie tenía certezas, todo era un mar de duras. Mientras, la lluvia solo se intensificaba, o al menos, mantenía su fuerza.

Así transcurrieron casi tres horas donde pasó de todo: el coche de Checo Pérez fue reparado, Lando Norris se quedó dormido, Pierre Gasly y Yuki Tsunoda fueron vencidos por el hambre y almorzaron, mientras otros como Ricciardo y Russell animaban a unos fanáticos que aguantaron en las gradas el frío que promediaba los 12 grados, pero con una sensación mucho más baja.

Llegó el anunció que todos esperaban: la carrera iba a iniciarse a las 11:17 horas (TCM) con los 20 pilotos y una hora parar competir, si se alcanzaba a recorrer el 75 por ciento de la distancia oficial, se repartían los puntos completos. Salió el safety car y todos por atrás. Se corrió una vuelta, dos y tres. En ese instante se ondeó otra bandera roja. Todos de nuevo al pit lane.

Mientras la gente en las gradas se preguntaba qué había sucedido (no hubo ni tiempo de emocionarse), Masi esperó otros 10 minutos parar oficialmente acabar el día. Se corrieron las tres vueltas con coche de seguridad necesarias para repartir la mitad de las unidades. No hubo más.

La decisión se basa en la seguridad de los competidores y eso debe ser la prioridad, sin embargo, la desinformación y poca firmeza parar la toma de acciones por parte de dirección de carrera es muy cuestionable.

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