Agencias/Ciudad de México.- La Corte Suprema de Estados Unidos desestimó ayer una impugnación del plan del Presidente Donald Trump de excluir a los migrantes indocumentados del recuento de población utilizado para asignar a los estados el número de bancas en la Cámara de Representantes.
El fallo 6-3 da a Trump una victoria mientras busca implementar sus políticas de línea dura contra la inmigración en los últimos días de su presidencia.
No está claro si Trump recibirá las cifras finales de la Oficina del Censo antes de que finalice su mandato, el 20 de enero próximo.
“Consecuentemente con nuestra determinación de que no se ha demostrado interés para actuar y que el caso no está maduro, no expresamos posición sobre el mérito de los reclamos constitucionales y legales presentados. Sólo sostenemos que no son aptos para emitir juicio”, sentenció.
En un disenso, los tres jueces de la Corte que no son conservadores dijeron que es ilegal tratar de excluir gente de la población del país al asignar bancas.
Creo que esta corte debería decirlo’’, escribió el juez Stephen Breyer, a quienes se unieron las juezas Elena Kagan y Sonia Sotomayor.
Al considerar a los migrantes ilegales en el censo, que se realiza cada diez años, se determina el número de curules para cada estado.
Además, el número de escaños en la Cámara de Representantes de cada entidad también determina los votos que tiene en el Colegio Electoral, sistema usado para determinar al ganador de las elecciones presidenciales.
Con la medida, California, Texas y Nueva Jersey perderían varios escaños en la Cámara de Representantes
Con el reciente censo, se determinó que en Estados Unidos viven más de 11 millones de inmigrantes indocumentados.
El gobierno de Estados Unidos ordenó la deportación de más de una decena de menores y sus padres que se encuentran en un centro de detención en Texas, incluida una niña de cuatro años que tiene un brazo roto y necesita cirugía, de acuerdo con abogados de las familias.
Expedientes médicos muestran que los doctores en el centro de detención de Dilley, Texas, le diagnosticaron una fractura a la niña y le recetaron analgésicos. Un doctor detectó el 1 de diciembre una “mancha verdosa” en el codo izquierdo de la niña y consideró “necesaria una cirugía en un plazo de seis meses a un año”.
Sin embargo, el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) negó la cirugía, según Brianna Rennix, abogada del Proyecto Dilley, que representa a familias detenidas en la instalación.