Criptocracia/Por Ernesto Villanueva/Ciudad de México.- Para nadie es un secreto que transformar un régimen anclado en la corrupción y al servicio de algunos privilegiados, a otro que tiene en el pueblo su razón y medida de su naturaleza es toda una proeza. En este año se pueden advertir cambios sustantivos, entre los que se encuentran de manera enunciativa los siguientes:
Primero. La inmensa mayoría de la sociedad mexicana respalda el programa de gobierno del presidente @lopezobrador_, a pesar de sus insuficiencias, errores y curvas de aprendizaje que seguirán aunque cada vez serán menores. El México que refleja la mayor parte de los medios, aun cuando en algunos casos se han ofrecido datos duros, es inversamente proporcional al que existe de carne y hueso como se pudo observar por la capacidad de movilización del día de ayer y por las encuestas incluso de malquerientes de la 4T que reconocen que, al menos dos tercios del país, apoya al titular del Ejecutivo Federal. La capacidad de convocatoria de los ex presidentes @VicenteFoxQue y @FelipeCalderon es virtual, testimonial, que no se traduce en las conductas de la mayoría sustantiva de los mexicanos. El discurso de los adversarios del presidente de la República no ha sido internalizado en el sistema nervioso central del pueblo mexicano. Y no es mi apreciación subjetiva, sino una descripción de la realidad percibida por esa amplísima base social de la 4T.
Segundo. Las estrategias de manipulación y guerras de operación psicológica no han prosperado porque el núcleo duro de la 4T se mantiene unido en torno a @lopezobrador_. Una operación psicológica (PSYOPS por sus siglas en inglés) funciona cuando hay duda, incertidumbre, para ganar los sentimientos del público objetivo. Por el contrario, ante una percepción firme, en este caso de apoyo a @lopezobrador_, las PSYOPS y sus derivaciones tienen un impacto apenas simbólico. El objetivo era (es) generar zozobra y crear condiciones de maleabilidad psicológica que permita cambiar mensajes clave en la opinión pública para socavar la confianza en el presidente de la República. Ni con algunos datos duros, los de abajo (la inmensa mayoría) se mantienen firmes en sus convicciones en torno al proyecto de nación de la 4T.
Tercero. Las PSYOPS y sus técnicas de persuasión han tenido un efecto circular: sólo han fortalecido la forma de pensar de la minoría presta a poner en práctica el discurso con el sesgo confirmatorio de lo que ya estaban predispuestos a escuchar y a actuar en consecuencia. Se ha fortalecido la moral de esa minoría, ni duda cabe, pero sólo ahí ha cumplido el propósito el discurso y las acciones contra @lopezobrador_. Era, desde el principio, un grupo poblacional que no estuvo ni está de acuerdo con todo lo que haga o deje de hacer el presidente de la República. Es un hecho,@lopezobrador_ no tiene unanimidad en el ánimo de la opinión pública, pero sí una aceptación tan alta que las campañas de desinformación y desprestigio sobre las que basan sus acciones las PSYOPS no han podido ganar las emociones y menos la mente de ese amplísimo conglomerado social.
Cuarto. El giro lingüístico del presidente con la expresión “sabotaje legal” no es quizá el más afortunado, pero en su base social no ha sufrido afectación alguna, sólo en esa minoría que tiene una idea preconcebida dispuesta a creer, interpretar y actuar contra lo que piensa y siente prácticamente la mayoría absoluta de la población. El discurso de ayer de @lopezobrador_ fue pensado para el consumo de su electorado y como un mensaje para los demás. Ha habido avances, dijo, pero falta redoblar esfuerzos en seguridad, en educación y en otros rubros donde los cambios por su propia naturaleza requieren tiempos más amplios para ver sus resultados o, en su caso, la falta de ellos.
Quinto. Los pequeños empresarios de la COPARMEX jamás se pueden comparar con los capitales de Carlos Slim y la cúpula real de los empresarios que acompañaron a @lopezobrador_en su acto del aniversario del primer año de su triunfo en las urnas. Ese hecho demuestra que sí hay descontento en empresarios modestos como Gustavo de Hoyos que dirige COPARMEX, pero que además de representarse a sí mismo y a algunos cuantos como él se encuentra a años luz de los alcances económicos de Carlos Slim o Emilio Azcárraga, por citar sólo dos aliados del presidente. Este hecho pone de relieve que ni siquiera en sus filas los dirigentes de la burocracia empresarial tienen impacto. Por el contrario, los capitales más importantes de México se han deslindado en los hechos de las proclamas de Gustavo de Hoyos y el adversario mayor de @lopezobrador_ Claudio X González y el diario Reforma que lo que hagan o dejen de hacer no es suficiente, por mucho, como para colapsar el peso mexicano o poner de rodillas al gobierno federal por su fortaleza económica.
Sexto. La guardia nacional- que es de corte militar claro está- deberá cumplir una tarea que no es sencilla; antes bien, sinuosa y complicada para rescatar la paz social que los ex presidentes @VicenteFoxQue y @FelipeCalderon le robaron al pueblo de México. Si con @FelipeCalderon hubo incrementos en las remuneraciones de los altos oficiales del ejército mexicano y la Marina,@lopezobrador_ ha mejorado sustancialmente las condiciones de los de abajo, los soldados, cabos y sargentos aumentando prestaciones, sueldos y oportunidades para ellos y sus familias, razón por la cual es poco menos que imposible que Claudio X González, por poner un ejemplo, pueda dividir a las fuerzas armadas del país, vamos ni siquiera a una de las zonas militares para subvertir la gobernabilidad democrática disfrazada de un imaginario hartazgo social que sólo existe en su círculo cercano.
Séptimo. El bono democrático de @lopezobrador_sigue ahí, con todo y las fallas e insuficiencias del nuevo régimen que nadie podría decir que no existen. Sí hay, empero, una confianza suficiente para que el presidente de la República ejerza sin mayores complicaciones sus márgenes de gobernabilidad que por ahora- y veo difícil que el estado de ánimo de la inmensa mayoría cambie en el futuro mediato- le permitirán gobernar con un inédito respaldo popular. Las estrategias de la 4T han ido dando frutos y desmantelando- ojo, con el mismo sistema del pasado- la cultura del privilegio que daba vida a las asimetrías de todo tipo en el país ajenas por entero a los rasgos distintivos de un Estado democrático de derecho. El cambio va y no hay barruntos que indiquen que haya caminos de regreso.