Agencias/El Cairo.- Las fuerzas militares saudíes han cometido graves abusos contra civiles en una provincia del este de Yemen en el último año, incluyendo tortura, desapariciones forzosas y detenciones arbitrarias, dijo Human Rights Watch en un reporte publicado el miércoles.
El grupo, con sede en Nueva York, presentó impactantes testimonios de antiguos detenidos en la remota provincia oriental de al-Mahrah, que tiene frontera con Omán y Arabia Saudí. El reporte documentó 16 casos de detenciones arbitrarias y al menos cinco casos de arrestados que habían “desaparecido por la fuerza” durante meses, trasladados de forma ilegal a territorio saudí.
“Los graves abusos de las fuerzas saudíes y de sus aliados yemeníes contra la población local en al-Mahrah son otro horror a sumar a la lista de conductas ilegales de la coalición liderada por Arabia Saudí en Yemen”, señaló Michael Page, subdirector de HRW para Oriente Medio. Este fue el último informe de abusos a civiles en la guerra regional por el poder en Yemen, que se ha cobrado más de 100.000 vidas en cinco años y dejó al país más pobre del mundo árabe al borde la hambruna.
El gobierno yemení reconocido por la comunidad internacional, que está respaldado por Arabia Saudí, fue derrocado en 2014, cuando los rebeldes chiíes, conocidos como hutíes, tomaron la capital, Saná, y gran parte del norte del país.
Una coalición militar árabe apoyada por Estados Unidos lanzó una ofensiva militar contra los hutíes, respaldados por Irán, para restaurar el gobierno. Grupos de derechos humanos han acusado a ambas partes de cometer violaciones de derechos sistemáticas, además de crímenes de guerra.
HRW no recibió una respuesta de la coalición saudí sobre los supuestos abusos.
Aunque está lejos de los focos del conflicto, Al-Mahrah se ha convertido recientemente en un punto de fricción entre residentes locales y soldados saudís. Fuerzas saudíes y suníes han detenido a decenas de yemeníes que salieron a la calle en la región para protestar por la creciente presencia militar de Riad en la zona. Las movilizaciones suelen derivar en violencia ya que los soldados emplean munición real para dispersar a los asistentes.
Exdetenidos contaron a HRW que las tropas yemeníes respaldadas por Arabia Saudí los sacaron de las calles y los metieron en centros de detención informales. Allí, fueron golpeados y torturados con descargas eléctricas hasta que confesaron haber cometidos delitos inventados y prometieron cesar cualquier actividad opositora.
Muchos describieron las duras condiciones de su detención. Un periodista, identificado en el reporte solo como Bassem, contó que los agentes saudíes lo torturaron con descargas eléctricas y no le dieron comida durante su estancia en una celda sucia que era “como un vertedero de basura”.
Las madres de hombres que fueron secuestrados y llevados a Arabia Saudí dijeron que pasaron meses sin saber de sus hijos. Entonces, de pronto recibieron llamados desde teléfonos de prisiones en el reino, donde sigue habiendo numerosos yemeníes retenidos sin cargos.
Page pidió a los gobiernos saudí y yemení que dejen libres a los civiles detenidos erróneamente e investiguen las acusaciones de abusos generalizados, como exige el derecho internacional.