Por Erick Olivera Méndez /Ciudad de México.- a transparencia es un principio fundamental para el buen funcionamiento de la administración pública y el fortalecimiento de la democracia. La transparencia implica el acceso a la información pública por parte de la ciudadanía, así como la rendición de cuentas de los funcionarios y las instituciones.
Los contratos de un gobierno son una de las áreas más sensibles y relevantes para la transparencia, ya que implican el uso de recursos públicos para la provisión de bienes y servicios que afectan a la calidad de vida de las personas.
Es por eso que los contratos públicos también pueden ser una fuente potencial de opacidad si no se realizan con criterios claros, objetivos y competitivos. Resulta fundamental que los procesos de contratación pública se realicen con transparencia, desde la planificación hasta la ejecución y el seguimiento.
Esto implica que se publique toda la información relevante sobre los contratos en plataformas accesibles y abiertas, que se garantice la información al público y que funcionen correctamente los mecanismos de fiscalización y sanción en caso de irregularidades.
La transparencia en los contratos públicos no solo contribuye a prevenir y combatir la corrupción, sino que también mejora la eficiencia y la calidad de la gestión pública, al favorecer la competencia y el ahorro de recursos.
Además, la transparencia genera confianza y legitimidad en las instituciones públicas. En este sentido, es importante tener presentes los estándares internacionales de transparencia en los contratos públicos, como el Estándar de Datos para Contrataciones Abiertas (OCDS), que permite publicar datos estructurados y comparables sobre los contratos públicos.
Asimismo, es necesario que se promueva una cultura de transparencia entre los funcionarios públicos y los proveedores, así como una mayor conciencia y exigencia ciudadana sobre el derecho a acceder a la información pública.
La transparencia en las licitaciones gubernamentales son un desafío para la gestión pública, pero también una oportunidad para mejorar el bienestar colectivo y consolidar el sistema democrático.