De Primera Mano/Por Rodulfo Reyes/Villahermosa.- Ayer que se cumplió el primer mes de la gestión de Javier May Rodríguez, su principal obstáculo ha sido la ofensiva del crimen organizado, aunque a diferencia del gobierno anterior ahora sí se está deteniendo a los líderes criminales.
La semana pasada, miércoles y jueves, el mandatario se reunió el primer día con el secretario de Seguridad Pública federal, Omar García Harfuch, y al siguiente con el secretario de la Defensa Nacional, general Ricardo Trevilla Trejo, y con el subsecretario de Marina, almirante José Barradas Cobos.
La reunión de trabajo en esas tres importantes oficinas del gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo se interpretó como un cierre de filas de la federación con el gobierno de Tabasco, tan necesitado de apoyo por la situación que enfrenta por la amenaza del crimen organizado.
Ese mismo jueves, cuando May ya se había entrevistado con el general secretario y con el almirante, se dio un hecho que se relacionó con esos encuentros.
Se trató de la detención de Norberto “N”, alias El Peje, a quien las autoridades identifican como líder del principal grupo delictivo local responsable del actual clima de violencia.
Se trata de una captura importante. De hecho, desde muchos años en el estado no se había aprendido a un personaje del calibre del apresado en el municipio de Paraíso.
De acuerdo a la versión oficial, al principal generador de violencia se le capturó después de una persecución con la policía y militares.
No lo dice así, pero la versión gubernamental refiere una detención fortuita, producto de un encuentro entre delincuentes y las fuerzas del orden.
Sin embargo, es posible plantear como hipótesis de trabajo que las autoridades fueron sobre el personaje en mención tras una investigación para tratar de despresurizar el ambiente tabasqueño.
Lo que corroborará esa especie es si continúa capturándose peces gordos.
Esto es, si en los próximos días siguen cayendo dirigentes del grupo local que ha impuesto la violencia, entonces estaríamos ante un gran operativo que se explicaría con el respaldo público que le hizo la cúpula militar al gobernador May.
Desde el jueves que se detuvo a El Peje, los criminales no han tenido descanso. Los homicidios han continuado y el fin de semanas hubo un reguero de cadáveres, además de la quema de un taller mecánico en Macuspana.
El clima social se ha enrarecido por la aparición de videos que involucran al principal cartel de las drogas del país asentado en Jalisco, que prácticamente le declara la guerra a la banda local.
El hecho de que la violencia se haya desbordado justo al inicio del nuevo régimen es un indicio de que se trata de una acción encaminada a dañar al nuevo gobierno.
Por eso la pregunta que se plantea en círculos políticos es por qué el grupo culpable de la violencia no inició su escalada durante la administración de Adán Augusto López Hernández, la cual terminó Carlos Manuel Merino Campos.
El general brigadier Víctor Hugo Chávez Martínez, secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, quien inició funciones el 2 de febrero pasado, al final del anterior régimen, reveló poco después de recibir la estafeta que el clima de violencia actual inició el 22 de diciembre pasado en la casa de Hernán Bermúdez Requena, quien fue titular de la SSPC hasta el 5 de enero de este año que fue cesado por la ola de inseguridad.
Esa fecha quedó registrada por la balacera entre colaboradores del jefe policiaco en su residencia particular, lo que motivó una ola de asesinatos, así como la quema de vehículos y negocios.
Bermúdez Requena llegó a Tabasco a principios de los 90, y siempre colaboró con Adán López, quien lo nombró titular de la SSPC.
De hecho, el ex jefe policiaco forma parte del grupo de colaboradores que siempre han estado con el ahora presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado.
Por eso hay quienes piensan que detrás de la embestida de la delincuencia contra la gestión de May podría haber contaminación política.
De ahí que será importante ver hasta dónde llega la federación en la detención de los líderes del grupo local, operativo que empezó la semana pasada con la caída de El Peje.