Agencias/Manchester.- Era un día para no fallar y el Manchester United cumplió con su parte del trato. Después del batacazo del City frente al Leicester, y de enfrentarse hoy al siguiente en la tabla, el conjunto de José Mourinho estaba obligado a ganar sino quería perder también la posibilidad de clasificarse para puestos de Champions League después de prácticamente decir adiós a la conquista de la Premier.
Nueve puntos le separaban al principio de la jornada del conjunto vecino y seis del Tottenham con quien, con la victoria de hoy, reduce la brecha a un solo partido de diferencia. El conjunto de Pochettino no está bien -ha sumado siete puntos de los últimos quince posibles- y sólo la mala suerte del United ha retrasado que vieran amenazada su posición en la tabla.
Avisó el Manchester ya en la primera jugada del partido en una combinación de los tres fichajes estrella de este verano: Mkhitaryan abrió para Ibra y éste la puso para que Pogba probase por primera vez a Lloris.
Ningún equipo conseguía hacerse con las riendas del encuentro y fue De Gea quien tuvo que detener una falta muy peligrosa de Eriksen en el minuto 18. La ocasión desató a un United que encadenó una serie de buenas oportunidades que a punto estuvieron de adelantarles en el marcador y que levantó a la grada de un Old Trafford que entendía la importancia de este partido.
A medida que fueron pasando los minutos, los “red devils” fueron imponiéndose y ninguna de las estrellas atacantes de los Spurs apareció prácticamente durante toda la primera mitad. De hecho, en una pérdida torpe de balón de Kane en el centro del campo, Herrera puso un pase al hueco para que Mkhitaryan pudiese batir en el mano a mano a Hugo Lloris.
El armenio está sabiendo aprovechar las molestias físicas de Mata, que le tienen apartado del once titular en los últimos partidos, y está demostrando por fin por qué se pagaron 42 millones de euros por él este mismo verano.Perdonó Wanyama a la salida de la segunda mitad un cabezazo completamente solo en el área de David de Gea. Se enfadaba mucho, y con razón, el guardameta español tras un grave despiste de la defensa en el saque de una falta lateral que podría haber supuesto el empate en el marcador. El conjunto de Pochettino salió con más hambre en la segunda mitad y eso se notó en el ritmo del partido.
A punto estuvo sin embargo Paul Pogba de marcar el gol de la jornada con un lanzamiento de falta espectacular que terminó estrellándose en la escuadra de la portería de un Hugo Lloris que no pudo más que mirar. No fue el caso sin embargo de la siguiente jugada en que, con los mismos protagonistas, fue el portero francés quien le sacó un remate fortísimo con una gran parada.
Subían los decibelios de ambas aficiones conforme el partido iba escalando en ritmo e intensidad y Mourinho se desesperaba en la banda por la pasividad de Martial tras cada pérdida de balón. El técnico portugués no lleva bien que sus equipos bajen los brazos y en un arrebato llegó incluso a invadir el área técnica de Pochettino a quien dedicó un gesto cariñoso.
La nota negativa la puso Mkhitaryan, que después de ser uno de los mejores de su equipo tuvo que abandonar el campo en camilla en el minuto 85 tras una dura entrada de Rose.
