Desde el Sótano/Por Ery Acuña/Tuxtla Gutiérrez.- DICEN QUE BRITO MAZARIEGOS YA SE ANDA COMIENDO LAS UÑAS. Y no es para menos. Las dos detenciones importantes por corrupción de funcionarios de la 4T en Chiapas eran parte de su equipo de primera fila, a quien él designó con la confianza que le brindó el gobernador Rutilio Escandón, y a quien a estas alturas, también dicen, ya le pasó por la cabeza si realmente es de confianza.
Primero Giovanni Alexander, el exSubsecretario de Gobierno acusado de extorsionar a presidentes municipales, y con quien Brito Mazariegos sostenía una estrecha amistad; y ahora la del ex director del Registro Civil, Héctor Javier N., a quien nomás no le cuadran dónde quedaron más de 3 millones y medio de pesos, y quien también fue designado por Brito.
Pero el colaborador que más llama la atención en el equipo de Mazariegos, es un personaje con oscuros antecedentes y que logró ser brazo derecho de Fernando Castellanos Cal y Mayor en la alcaldía tuxtleca, al desempeñar el cargo de Jefe de Asesores. Nos referimos al químico Carlos Esquinca Cancino, quien, a pesar de todo su negro historial, fue nombrado por Brito Mazariegos como -¡Nadita!- Jefe de Asesores de la Secretaría de Gobierno.
Al encargado de la política interna ya le recomendaron que vaya al Zope a darse una rameada por aquello de las malas vibras, aunque, en verdad lo que quieren decirle es que necesita una buena limpia en su oficina con todo y Maestro Limpio.
Brito Mazariegos, quien alcanzó grandes expectativas al inicio de la 4T, y que para nadie es un secreto, aspira a suceder a Escandón Cadenas, ya recibió su primer gancho al hígado, al grado que para algunos ya ha perdido la confianza y respeto de una parte del gabinete.
Y eso en política, dicen los que saben, señoras y señores, dice mucho.