Agencias, Ciudad de México.- La última vez que el Newcastle United ganó un título, el hombre había llegado a la luna apenas una semana antes. Ese es el tiempo que los aficionados del Newcastle han tenido que esperar hasta que los goles de Dan Burn y Aleksander Isak rompieron la maldición en la final de la Copa de la Liga contra el Liverpool (1-2).

Fue en 1969, en la extinta Copa de Ferias, cuando el Newcastle saboreó su último título. Si se quiere rebuscar en su último trofeo doméstico, hay que marcharse incluso más atrás, hasta la FA Cup de 1955. Esta sequía, impropia de un equipo que fue subcampeón en los noventa de la Premier League y que tuvo en su equipo al máximo goleador histórico de la competición, Alan Shearer, se enterró en Wembley, donde el Newcastle de Arabia Saudí ya es campeón.

El proyecto del fondo de inversión saudí, que compró el club por 300 millones hace cuatro años, ya está completo. Primero, Arabia Saudí los salvó del descenso, después los clasificó a la Champions y ahora ya tienen su primer título. Eddie Howe y una hornada de jugadores brillantes han devuelto al Newcastle entre los grandes del fútbol inglés.

Y la historia es incluso más bonito si se tiene en cuenta que el primer gol de la final, al borde del descanso y tras una primera parte en la que el Newcastle mereció más, lo consiguió Dan Burn, un futbolista de 32 años que creció siendo abonado de las ‘Urracas’ y que esta semana, además de recibir la primera llamada con Inglaterra de su carrera, metió el tanto más importante de ella.

El defensa, que perdió un dedo cuando era niño y que trabajó hasta los 17 años en un supermercado, mientras compaginaba el fútbol regional con los estudios, se elevó por encima del argentino Alexis Mac Allister y conectó un cabezazo precioso que hizo estallar a los aficionados del Newcastle. Estos vivían en un éxtasis continuo, desde las fiestas por las calles del centro de Londres hasta su llegada a Wembley. Estar aquí ya era un privilegio, ganar, un sueño.

El Liverpool estaba desdibujado, absorto aún en esos penaltis que se le escaparon ante el PSG en Anfield hace unos días y que les machacaron en la Champions League. Esta final no podía llegar en peor momento. Los de Arne Slot ya no tienen esa aureola de superioridad y esta copa parecía ni estimularles. Fue el Newcastle el que era consciente de lo que había en juego y el que fue a por ello.

Isak, al que le acababan de anular un juego por fuera de juego de Bruno Guimaraes al tapar la visión de Kelleher, no tardó ni un minuto en recuperarse de esa decepción. Cazó un balón muerto dentro del área y puso un 0-2 desolador para los ‘Reds’, que solo hicieron daño en el tiempo de descuento, cuando Federico Chiesa recortó distancias en un kilométrico descuento que no tuvo previo para el Liverpool. Esta temporada, los de Slot se tendrán que conformar con la Premier League.

El Newcastle, con la primera Copa de la Liga de su historia, no solo se asegura el primer título en 56 años, también la clasificación a la Liga Europa el año que viene.

Dan Burn y Alexander Isak anotaron los goles a los 45 y 52 minutos, respectivamente, para sellar la victoria en Wembley.

El suplente Federico Chiesa descontó para Liverpool en el tiempo añadido, poniéndole dramatismo al último tramo del encuentro, pero Newcastle supo resistir.

“Ahora podemos decir que volvemos a ser campeones. Este uno de los mejores días de mi vida”, señaló Bruno Guimaraes, el capitán y volante brasileño de Newcastle.

El último gran trofeo nacional de Newcastle fue la Copa FA en 1955. Este es el primer trofeo que alzan desde que fueron adquiridos por el fondo soberano de Arabia Saudí en 2021.

Liverpool lidera la Liga Premier con una diferencia de 12 puntos sobre Arsenal, su perseguidor inmediato, y parece encaminado a obtener el título número 20 de la liga inglesa que igualaría el récord del Manchester United esta temporada.

Pero el entrenador Arne Slot tendrá que esperar por su primer trofeo desde que sucedió a Jurgen Klopp el año pasado. La derrota cerró una semana aciaga para el líder de la Liga Premier, ya que venían de quedar eliminados en los octavos de final de la Liga de Campeones al sucumbir contra el Paris Saint-Germain en una definición por penales.

“Nos tomó siete, ocho, nueve meses perder dos veces seguidas”, dijo Slot. “Sabes que si llegas lejos en los torneos, la oposición que enfrentas se vuelve cada vez más fuerte. Y hasta Liverpool puede perder partidos”.

El potente cabezazo de Burn adelantó a Newcastle cerca antes del descanso e Isak duplicó la ventaja con un remate a quemarropa tras la reanudación.

El último gran trofeo ganado por Newcastle fue el de la ahora extinta Copa de Ferias Inter-Ciudades en 1969.

Se acostumbraron a rozar la gloria y sufrir momentos dolorosos en los años posterior, incluyendo las derrotas consecutivas en la final de la Copa FA en 1998 y 1999 y la derrota ante el Manchester United en la final de la Copa de la Liga hace dos años.

En esta ocasión, el equipo de Eddie Howe fue un merecido campeón contra un equipo de Liverpool que ha sido amplio dominador en la máxima categoría esta temporada, con apenas una derrota.

“No tienes muchas oportunidades en una final de copa. Hoy tuvimos que intentar aprovechar nuestra oportunidad y ahí es donde los jugadores respondieron bajo presión de manera tan efectiva e impresionante”, dijo Howe. “También demuestra que podemos batinos contra los mejores de los mejores”.

Los aficionados del Newcastle, cuyo aliento jubiloso mandó en Wembley, esperarán que este sea el comienzo de cosas por venir bajo sus nuevos propietarios.

A pesar de estar respaldado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí, que cuenta sus activos en alrededor de 925.000 millones de dólares, las restricciones del fair play financiero han limitado el gasto de Newcastle, lo que significa que no ha podido hacer el tipo de fichajes de impacto que han cerrado otros clubes respaldados por la fortuna de estados de Medio Oriente: Abu Dabi con el Manchester City y Qatar con el PSG. El verano pasado apenas gastó alrededor de 36 millones de dólares y recuperó alrededor de 100 millones de dólares en ventas.

Burn e Isak fueron dos de los grandes fichajes bajo la era saudita y respondieron en Wembley.

“Con uno (trofeo) esperamos que puedan venir más”, dijo Howe sobre ganar más títulos en el futuro. “No hay garantía, nada más creo que demuestra que podemos hacerlo”.

El Liverpool sale muy tocado anímicamente de esta semana, especialmente tras el adiós en la Champions, y se ve obligado ahora a concentrarse en la Premier League, donde tiene 12 puntos de ventaja sobre el segundo, el Arsenal, por lo que parece tener en cualquier caso cerca la reconquista del título después de cuatro temporadas de reinado del Manchester City.

“No es verdad que ellos tuvieran más hambre que nosotros ante este partido. Simplemente todo fue hacia donde ellos querían, con muchos duelos por alto. Ahí son más fuertes que nosotros”, estimó el técnico neerlandés del Liverpool, Arne Slot.

El dominio del Newcastle en la final fue total, de la A a la Z, como si sus jugadores tuvieran grabado a fuego el mensaje que se leía en el inicio del partido en una gran pancarta: “Escribid vuestro nombre en los libros de historia”.

En la primera mitad, el Liverpool fue claramente superado y dio una imagen irreconocible, completamente inofensivo. Su único tiro a puerta, y ni siquiera entre los tres palos, llegó ya instantes antes del descanso.

Poco antes, el Newcastle se había adelantado, en el 45, con un remate de cabeza de ‘Big’ Dan Burn en un saque de esquina lanzado por Kieran Trippier.

Burn, de 32 años, festejó así de la mejor manera el anuncio de su primera convocatoria con la selección de Inglaterra.

En la segunda mitad, el Liverpool parecía de entrada más despierto, pero el Newcastle le dio una ducha de agua fría.

Dos minutos después de que le anularan un gol por fuera de juego, el artillero sueco de los blanquinegros, Alexander Isak (53), fusiló ante Caoimhin Kelleher con un tiro desde la zona del punto de penal, tras recibir una asistencia de cabeza de Jacob Murphy.

El Newcastle, sexto de la Premier League, completó a partir de ahí un trabajo defensivo perfecto, que frustó una y otra vez a un Liverpool que no encontraba cómo reengancharse al partido.

Cuando lo consiguió, ya era demasiado tarde. Un pase entre líneas permitió a Chiesa quedar mano a mano con el arquero rival y batirle. El tanto fue validado tras una revisión en el VAR, pero era ya el 90+6 y el Liverpool no tenía tiempo para mucho más.

El pitido final dio pie a la gran fiesta del Newcastle, con su entrenador Eddie Howe saltando por el césped de Wembley.

“Han sido muchos años de dolor. Estábamos deseando ganar este trofeo. Estuvimos magníficos”, se enorgulleció el técnico de 47 años.

El proyecto del fondo de inversión saudí, que compró el club hace cuatro años, ya está completo. Primero, Arabia Saudí los salvó del descenso, después los clasificó a la Champions y ahora ya tienen su primer título. Eddie Howe y una hornada de jugadores brillantes han devuelto al Newcastle entre los grandes del fútbol inglés.

Y la historia es incluso más bonita si se tiene en cuenta que el primer gol de la final, al borde del descanso y tras una primera parte en la que el Newcastle mereció más, lo consiguió Dan Burn, un futbolista de 32 años que creció siendo abonado de las ‘Urracas’ y que esta semana, además de recibir la primera llamada con Inglaterra de su carrera, metió el tanto más importante de ella.

El defensa, que perdió un dedo cuando era niño y que trabajó hasta los 17 años en un supermercado, mientras compaginaba el fútbol regional con los estudios, se elevó por encima del argentino Alexis Mac Allister y conectó un cabezazo precioso que hizo estallar a los aficionados del Newcastle. Estos vivían en un éxtasis continuo, desde las fiestas por las calles del centro de Londres hasta su llegada a Wembley. Estar aquí ya era un privilegio, ganar, un sueño.

Isak, al que le acababan de anular un juego por fuera de juego de Bruno Guimaraes al tapar la visión de Kelleher, no tardó ni un minuto en recuperarse de esa decepción. Cazó un balón muerto dentro del área y puso un 0-2 desolador para los ‘Reds’, que solo hicieron daño en el tiempo de descuento, cuando Federico Chiesa recortó distancias en un kilométrico descuento que no tuvo previo para el Liverpool. Esta temporada, los de Slot se tendrán que conformar con la Premier League.

El Newcastle, con la primera Copa de la Liga de su historia, no solo se asegura el primer título en 56 años, también la clasificación a la Liga Europa el año que viene.

Da tu opinión

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.