Agencias/Ciuda dde México.- La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló que su administración mantendrá una postura neutral sobre el tema de las elecciones generales en Venezuela, que se llevaron a cabo el 28 de julio de 2024 y que, en su momento, causaron división a nivel mundial.
“En un momento, hubo un llamado de los tres países [México, Colombia y Brasil] para que se transparentaran los resultados de la elección. A partir de ahora, nosotros nos vamos a mantener ya imparciales ante esto. Colombia tiene una posición, Brasil también y EEUU igual. Nuestra posición es la autodeterminación de los pueblos”, expresó en conferencia de prensa.
El 28 de julio de 2024, se realizaron las elecciones presidenciales en Venezuela, cuyo triunfo fue para el actual mandatario, Nicolás Maduro. No obstante, EEUU y otras naciones cuestionaron el proceso, aludiendo que el verdadero ganador había sido el opositor Edmundo González Urrutia.
Maduro obtuvo el 51,95% de los votos, mientras que González, su más cercano contendiente, alcanzó el 43,18% de los sufragios, según el Consejo Nacional Electoral (CNE). La opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD, derecha) desconoció los resultados y divulgó actas del CNE que probarían que González fue el ganador de las elecciones.
Ante ello, el 1 de agosto, el entonces Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y sus homólogos de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, sostuvieron una llamada para acordar un bloque común donde expresaron su preocupación ante las manifestaciones en la nación sudamericana y destacaron que debían presentar las actas electorales para comprobar el resultado de los comicios.
Sobre este esfuerzo, en una entrevista previa con Sputnik, la académica de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales y doctora en estudios latinoamericanos de la UNAM, Mónica Velasco Molina, consideró que el surgimiento de esta postura conformada por las tres potencias de izquierda latinoamericanas era de gran importancia, debido a que se trata de un impulso para tratar de resolver los problemas de la región sin la intervención de Estados Unidos.
“Estamos apelando a la soberanía de nuestros países en la vía institucional propia, no la impuesta ni la deseada por ningún ente externo”, observó.