Tras un minucioso análisis de diminutos granos minerales de hasta cuatro mil cuatro cientos millones de años de antigüedad, unos científicos han llegado a la conclusión de que la Tierra temprana era probablemente estéril, plana y estaba cubierta casi por completo por el agua, con unas pocas islas pequeñas asomando por encima del océano global.
El equipo de Antony Burnham, de la Universidad Nacional Australiana en Canberra, estudió granos del mineral conocido como circón, recogidos en la zona de las Jack Hills (Colinas de Jack), en Australia occidental. Estos granos figuran entre los fragmentos conocidos más antiguos de la Tierra que todavía se conservan.
La historia de la Tierra es como un libro con el primer capítulo arrancado, sin ninguna roca superviviente del período más temprano, pero el equipo de Burnham se ha valido de sustancias traza en el circón para construir un perfil del mundo en esa época.
Estos resultados obtenidos también refuerzan la teoría de la “Tierra fría temprana”, donde las temperaturas eran lo bastante bajas como para permitir la existencia de agua líquida, océanos y una hidrosfera, no mucho después de que la corteza del planeta se solidificase tras haber sido un mar de roca fundida. Cada vez parece más claro que la Tierra tuvo una hidrosfera antes de hace 4.300 millones de años, y posiblemente vida no demasiado después.
Fuente: Revista Nature.