Agencias
Washington, EU, 6 diciembre 2017.-El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció este miércoles oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel y orientó al Departamento de Estado trasladar la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv hacia la nueva urbe.
Pese a las advertencias de líderes mundiales de que la medida amenazará la seguridad regional y posibles conversaciones de paz, el mandatario republicano cambió el rumbo seguido por todos sus predecesores, y afirmó que se trata de un nuevo acercamiento al conflicto entre Israel y Palestina.
El presidente de EEUU ordenó además comenzar la construcción de un edificio en Jerusalén que, según su criterio, “será un magnífico tributo a la paz cuando se complete”.
“He decidido que ha llegado el tiempo de reconocer a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel”, ha declarado el mandatario estadounidense.
Tras este anuncio de Donald Trump, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha declarado que está dispuesto a apoyar las negociaciones entre los líderes de Israel y Palestina.
Además, Guterres ha recordado que “el estatus definitivo de Jerusalén es una cuestión que debe resolverse mediante negociaciones directas entre las dos partes, sobre la base de las resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu ha calificado la decisión de Trump como una medida “histórica”.
Según el mandatario israelí, se trata de “un paso importante hacia la paz, ya que no puede haber paz sin Jerusalén como la capital del Estado de Israel”.
Donald Trump cumple otra de sus promesas electorales con esta iniciativa, pero se pone en contra a gran parte de la comunidad internacional respecto al estatus de Jerusalén y el papel que tiene esa urbe para encontrar una solución al conflicto palestino-israelí.
Admitir a Jerusalén como capital de Israel socava proceso de paz, afirma dirigente palestino
El secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, aseguró este miércoles que la anunciada decisión de Washington de reconocer a Jerusalén como capital de Israel socava el proceso de paz en la región.
El pronunciamiento del mandatario estadounidense, Donald Trump -dijo el dirigente palestino-, “destruye cualquier oportunidad para la solución de los dos Estado” al conflicto palestino-israelí.
Con su decisión, enfatizó Erekat, Trump ha anulado el papel de Estados Unidos como impulsor del proceso de paz.
Hoy, en contra del criterio de líderes y personalidades de todo el mundo, el gobernante norteamericano reconoció oficialmente a la ciudad de Jerusalén como capital de Israel y revierte así una postura histórica de Washington.