InsurgentePress, Ciudad de México.
Por:Guadalupe Loaeza.
¿Qué se habrán dicho Javier Duarte y Karime Macías, su esposa, cuando la Interpol y elementos de la Policía Federal aprehendieron en Guatemala al ex gobernador de Veracruz? ¿Le habrá pedido dinero para hacer las últimas compras antes de regresar a México, o quizá el nuevo celular de Mansur, su prestanombres, para solicitarle una nueva extensión de otra tarjeta de crédito, ya que la suya estaba bloqueada? O, ¿le habrá suplicado que le diera el número de la cuenta bancaria en Suiza, tal vez la única que se ha negado a darle su marido, por temor a que esa también terminara en ceros? “Haiga sido como haiga sido”, el caso es que Karime está libre porque como dijera Alejandro Jaimes, abogado de Duarte, la captura del ex gobernador de Veracruz “no fue un acuerdo para dejar libre a Karime Macías”. Por su parte, el subprocurador Alberto Elías Beltrán confirmó que “no es perseguida por la justicia mexicana y puede andar libremente en el país y en cualquier territorio que desee”. (El Universal). Si la dejaron libre, ¿se deberá a que tanto Jaimes, como Elías Beltrán están más que convencidos que Karime sí merecía abundancia?
Ahora Duarte ya está en la cárcel del cuartel de Matamoros, en la capital de Guatemala, en una celda que mide 3.70 metros de largo por 2.70 de ancho. El preso mexicano comparte la prisión VIP con “32 internos por lo que solo alberga principalmente a ex funcionarios y empresarios acusados de corrupción”. (Reforma). En un lapso de 60 días contados a partir del día en que lo detuvieron, el gobierno de México presentará la solicitud de extradición. Mientras tanto Karime puede hacer lo que se le dé la gana: irse de shopping, comer con sus amigas, escribir en su cuaderno Mont Blanc o simplemente regresar a Coatzacoalcos, organizar un té entre sus amigas del colegio y jurarles, por todos los santos del cielo, que ella es inocente y que todo se trata de un compló de la prensa y las redes sociales.
Entre las muchas planas que escribió Karime en su cuaderno, había cuentas bancarias, una lista de familiares, funcionarios públicos, socios con quienes hacía negocios turbios y otra, con las propiedades alrededor del mundo, y hay una frase que llama la atención: “planearé mi vida al lado de JD (Javier Duarte), orden del hogar, tareas del hogar, comidas en casa”.
Si de verdad Karime siempre fue tan solidaria con su marido y lo acompañaba por todas partes y le cumplía todos sus deseos y lo aconsejaba para hacer las mejores inversiones y lo animaba en su trabajo y lo apoyaba con los programas sociales del DIF y le manejaba sus dineros, ¿por qué no le demuestra realmente su amor en estos momentos y se entrega a la justicia? ¿Acaso Javier no le cumplía absolutamente todos sus caprichos, contratando a su familia para puestos en el gobierno súper bien pagados, regalándole joyas equivalentes a 51 mil pesos, comprándole departamentos en Miami, en Polanco y en Las Lomas, además de pagarle a su compadre Moisés Mansur Cysneiros miles de pesos al mes de sus compras? ¿Acaso como buena ama de casa, no lo ayudaba a “lavar” el dinero, a plancharlo y hasta almidonarlo para que no se notara que salía del erario del estado de Veracruz? Y, ¿acaso no le compró sus caballos pura sangre, sus canchas de tenis y su jacuzzi en la hacienda de 60 mil metros cuadrados? ¿Cuántas veces no viajó en el avión del estado para venir a la Ciudad de México, nada más para retocarse sus “luces” en el salón de belleza de Polanco? “La señora iba dos veces al mes a la Ciudad de México para su peinado y manicure”, confesó uno de sus guaruras. Además, “acudieron a la obra de teatro de El Rey León y compraron hasta 20 filas de lugares para sus familiares y amigos”.
Por todo lo anterior y lo que nos faltó agregar, Karime Macías se debería entregar a las autoridades. Ella es cómplice y como dice nuestro periódico: “decretaba abundancia económica para ella y daba santo y seña de la red de complicidades de su marido”. Por ética, por solidaridad y como una prueba de amor, debería asumir su responsabilidad en los hechos que se le imputan a Javier Duarte. Además de pasar como la primera mujer en la historia en esta situación que se entrega voluntariamente a la justicia, sería un ejemplo para las otras primeras damas de otros ex gobernadores prófugos de la ley y los que todavía gobiernan.
Karime, ¡¡¡entrégate!!!
gloaezatovar@yahoo.com
Con información de Reforma